BTS no solo llenó escenarios. Llenó vacíos. Con Spring Day, nos abrazaron cuando el dolor parecía no terminar. Con Young Forever, nos dijeron que seguir soñando era posible. Con Magic Shop, nos abrieron una puerta secreta dentro de nosotros mismos. Con Mikrokosmos, nos enseñaron a ver la luz incluso en los momentos más solitarios. Con Take Two, nos recordaron que esta historia sigue… porque aún caminamos juntos. Y a ARMY nos han enseñado que no estamos solos, que incluso en los días más grises podemos ser luz para alguien más. Nos han enseñado que el amor no necesita presencia física para sentirse real, y que los lazos sinceros se construyen con empatía, con respeto, con entrega. Nos enseñaron a ser fuertes, pero también a ser sensibles. A sanar, pero también a sostener. Nos transformaron, no solo como fans, sino como personas. Hoy celebramos su aniversario. Pero también celebramos nuestra historia con ellos. Las veces que nos sostuvieron sin saberlo. Las noches en que sus canciones nos devolvieron las ganas de vivir. Los momentos donde su existencia fue suficiente para seguir adelante. Gracias, BTS. Gracias por existir. Por no rendirse. Por amarse primero para enseñarnos a hacer lo mismo. Por caminar con nosotros, incluso cuando el mundo fue cruel. Por seguir siendo casa, incluso con los años. No importa cuántos aniversarios pasen, ni cuántas cosas cambien. Lo que BTS sembró en nosotros es eterno. Y mientras respiremos, ellos seguirán vivos en nuestras historias, en nuestras memorias, en nuestra forma de amar. Feliz aniversario, BTS. Gracias por ser nuestra historia más bonita. Y sí… lo mejor, aún está por venir. 💜