Hace 117 años, el 11 de junio de 1908, nació Francisco Marto en Aljustrel, uno de los videntes de las apariciones de Nuestra Señora en Fátima en 1917. Con el deseo de consolar el corazón de Jesús, Francisco vivió una intensa oración contemplativa y pasó su tiempo orando junto al sagrario. Enfermo desde el 18 de octubre de 1918, falleció el 4 de abril de ese mismo año, con tan solo diez años. Casi 100 años después, el 13 de mayo de 2017, fue canonizado en el Santuario de Fátima por el Papa Francisco, convirtiéndose, junto con su hermana, Jacinta Marto, en el santo no mártir más joven de la Iglesia. Dios de infinita bondad, que amas la inocencia y exaltas a los humildes, concédenos, por intercesión de la Inmaculada Madre de tu Hijo, que, a imitación de los bienaventurados Francisco y Jacinta, te sirvamos con sencillez de corazón para entrar en el reino de los cielos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que es Dios contigo en la unidad del Espíritu Santo. Amén.