El Reino de Dios es un lugar reservado para todos aquellos que reflejan la justicia, la humildad y la obediencia — características propias del Altísimo. En ese Reino no hay lugar para rencores ni para ningún tipo de resentimiento. Por eso, para entrar en él, es necesario perdonar. Y puedes comenzar ahora mismo, porque el Reino de Dios empieza aquí en la Tierra. Recuerda: para perdonar, no es necesario sentir. Haz ahora una autoevaluación espiritual: ¿guardas algo contra alguien? Si es así, decide perdonar. Participa este tercer miércoles del Reino de Dios y descubre más.