LUCES, CÁMARAS?… ACCIÓN. ¡QUE RUEDE LA PELICULA! Por: Leonard Rentería Vallecilla. Nuestra película pareciera que empieza un nuevo capítulo, una nueva travesía de esas difíciles que nos toca cada cuanto, de esas a las que nos enfrentamos desde nuestro espíritu resiliente, resiliencia que nos hace fuertes para volvernos a levantar. Buenaventura, transita por una nueva vía de hechos que nos llenan de miedo, de zozobra, que nos recuerdan varias cosas. Una de ellas, aquellos años donde las bombas nos marcaron; otra cosa, es que se avecina una nueva contienda electoral, pero no se sabe con certeza a favor de quién estallan las bombas, aunque se conozcan los autores, que ya se han responsabilizado por los hechos, aunque no se hagan responsables de nuestras emociones, de nuestros miedos y de todo lo que esto le causa a nuestra salud, a nuestras vidas. Quisiera en esta película decir, “¡Luces, luces!”, pero recuerdo que todo ese camino del puente del Piñal hasta después del SENA es pura oscuridad. Aunque diga “luces”, no se van a encender, y lo más probable es que esas luces, y las de muchos lugares, se mantengan igual. Quisiera gritar a todo pulmón, “¡Cámaras!”, pero recuerdo que son solo promesas, que de las cámaras de las que hablaron hace unas semanas, no se volvió a saber nada. Tristemente, carecemos de cámaras, lo que hace más fácil que cualquier “ACCIÓN” se pueda desarrollar con más facilidad. Esta nueva y difícil película no tiene LUCES, pues, aunque se paga ese dinero en los recibos, carecemos de alumbrado, esta película no tiene CÁMARAS, aún no llegan, aunque son promesa y se supone que ya deberían estar solo para instalarse. Pero volvió, como si nada, la ACCIÓN, esa acción violenta que, pareciera que, sin ser promesa, fuera eso lo único que pueden darle desde todas las partes a este pueblo. Si alguien en el mundo es tan igual de resiliente que el Bonaverense y la Bonaverense, me hacen saber. Seguramente estos textos alborotarán a quienes prefieren hacerse los ciegos para no poner en riesgo su trabajo, pues la mensualidad del salario les hace olvidar que viven las mismas desgracias que nosotros. Por eso, prefieren untarle un poco de keratina para suavizar la cosa. Yo entiendo que no quieran perder su empleo, hasta respeto eso, pero lo más sensato sería callarse la boca, pues contradecir, negar o defender a alguien cuando la realidad lo dice todo, les hace ver como tontos, como tontas. Perdón a los tontos por esas comparaciones. Ojalá los comités de aplausos, a quienes se les escucha, puedan dejar de aplaudir y le digan a quienes corresponde que es hora de empezar, de encender las LUCES, de poner las CÁMARAS y de generar ACCIONES, pero de gobierno, acciones que logren que este territorio pueda sentirse un poco más seguro, menos incómodo y menos en peligro. #compartirporfa|