El 25 de mayo de 1681 fallecía Pedro Calderón de la Barca, figura cumbre de nuestras letras y último gran genio del Siglo de Oro. Con su muerte se apagan los ecos de una de las edades más luminosas de la cultura española. Calderón, soldado, sacerdote y dramaturgo, supo elevar el teatro a las más altas cimas del pensamiento y la emoción. Obras como La vida es sueño no solo marcaron época, sino que siguen interrogando al alma humana con una vigencia prodigiosa. Su pluma dio forma a un universo de honor, fe, destino y libertad que aún hoy nos conmueve. Con él se cierra un siglo esplendoroso en el que brillaron Quevedo, Lope y Cervantes, y cuya llama debemos mantener viva. Ayúdanos a rendir homenaje a su legado compartiendo este contenido, para que su memoria y su arte sigan inspirando a nuevas generaciones.