
AL DIA INFORMADO
June 20, 2025 at 06:29 PM
Consternación e indignación ha causado en la parroquia Viche, cantón Quinindé (provincia de Esmeraldas), la muerte de Karina Eugenia Gámez Ramírez, licenciada en Enfermería de 39 años, cuyo cuerpo fue abandonado en plena vía pública por el conductor del bus en el que viajaba.
Karina salió de su hogar alrededor de las 04:00 desde el sector "El Cristo", en la ciudad de Quinindé, con destino al centro de Esmeraldas, donde debía asistir a una sesión de diálisis como parte de su tratamiento por enfermedad renal crónica, condición que enfrentaba desde hace años.
Durante el trayecto, se presume que Karina sufrió un infarto fulminante. Al llegar a la parroquia Viche, ya se encontraba sin signos vitales. Lo que ha causado indignación no ha sido solo la tragedia de su fallecimiento, sino la manera en que fue tratada tras su muerte.
El conductor del bus no reportó la emergencia
Según versiones de testigos y familiares, el conductor del bus decidió bajar el cuerpo sin vida de Karina y dejarlo abandonado en la vía pública, sin dar aviso inmediato a las autoridades ni procurar asistencia médica. Este hecho ha sido calificado por los allegados de la víctima como un acto "atroz", "inhumano" y "cruel".
Los familiares, aunque conscientes de la gravedad de su enfermedad, rechazan tajantemente la forma en la que fue tratada su muerte:
“Karina merecía respeto, dignidad, incluso en sus últimos momentos. Nadie tiene derecho a abandonar así a una persona fallecida”, expresó uno de sus hermanos.
Investigación en curso
El cuerpo fue posteriormente levantado por personal de Medicina Legal y trasladado al Centro Forense de Esmeraldas para determinar la causa exacta del deceso.
Se espera que las autoridades competentes abran una investigación formal sobre el comportamiento del conductor del bus, y se establezcan posibles responsabilidades legales por omisión de auxilio y mal manejo del cadáver.
Karina Eugenia Gámez Ramírez, además de ser una profesional de la salud, era madre de un menor de edad. Su muerte no solo deja un vacío en su familia, sino también un llamado urgente a revisar los protocolos de emergencia en el transporte público y exigir humanidad y responsabilidad en situaciones críticas como esta.
