Quedan ya pocas semanas para que los puertos de León se llenen de merinas venidas del sur. Un puñado de familias valientes que aún no han soltado los caminos polvorientos y públicos, que siguen haciendo sonar los silbidos para que los careas tiren del grupo, apretando la marcha. Otros ya asumieron que ahora son los camiones los que suben a las merinas hasta su destino. No da igual cómo se hace, claro que no. Pero muchas veces no queda otra. El destino es el mismo: dejar atrás el calor y el escaso pasto del sur para que, aquí en el norte, las ovejas se jarten en los puertos. También hay quien es de aquí, de León, y sube. Pastores que dejan los prados de verano de la meseta para llevar su rebaño a las alturas de las comarcas vecinas. Texto completo: https://www.instagram.com/p/DKocaT3qsD4/?igsh=MXY0aXF1Y2Z5aXh3dQ==