El pasado 18 de junio, un amigo y yo abordamos el autobús de San Lorenzo aproximadamente 4 de la tarde. A la altura de Pueblo Nuevo, subió un sujeto con una bocina diciendo que haría un show de improvisación. Desde el primer momento, esta persona se dedicó a insultar, intimidar y amenazar a los pasajeros, generando más que un show, una incomodidad para todos. A mi amigo y a mí nos estuvo molestando directamente de forma constante, por lo que decidimos bajarnos para evitar una confrontación. Para nuestra mala suerte, este sujeto abordó el siguiente autobús en el que también íbamos. Fue ahí donde la situación se volvió más grave: empezó a amenazarnos por habernos cambiado de camión y no haberle dado dinero, nos dijo que nos iba a asaltar y acto seguido agredió físicamente a mi amigo con un puñetazo. A partir de esa agresión, actuamos como cualquier persona lo haría, defendiendo nuestra integridad física y repeliendo el ataque. El agresor en ningún momento mostró intención de detenerse; por el contrario, continuó con más amenazas y violencia. acudimos a las autoridades, quienes desafortunadamente no hicieron nada al respecto. Nos informaron que este sujeto ya contaba con varias faltas similares, pero consciente de la poca respuesta legal ante este tipo de casos, decidieron no proceder con ninguna denuncia, permitiendo que el agresor se saliera con la suya una vez más. A este agresor se la ha visto en amistad con varios choferes de San Lorenzo y es por eso mismo que hago este llamado para que nosotros como usuarios sepamos que cada que usemos el transporte público tengamos la certeza que llegaremos con bien a nuestros hogares. Si los choferes permiten el acceso a este tipo de personas, que se hagan responsables de cualquier acción violenta que puedan ocasionar.