*_HORA # 124_* *PONTE DE RODILLAS Y ESCÚCHAME* Hijo, ponte de rodillas y escúchame, la Madre de Dios ha venido a ti para enrutarte por el camino que debes andar y advertirte de los peligros que pueden poner en riesgo tu salvación. A los pastorcitos de Fátima les pedí rezar El Rosario y hacer penitencia, y esto mismo te lo pido a ti, mi esclavo de amor. Debes ser instrumento de Dios, dócil a las inspiraciones del Espíritu Santo. Eres hijo de María, llamado a reparar mi Inmaculado Corazón, porque muchos de mis hijos se encuentran anclados al pecado, el demonio los tiene subyugados bajo su poder tiranizador y demoledor; ellos me causan un terrible dolor. Pide por la conversión de los pecadores y sé diligente a mis llamadas de amor. El hombre sólo es grande cuando está de rodillas frente a la presencia de Dios. Sé humilde, abnegado, laborioso y diligente en tus menesteres; se jovial y alegre con todas las personas que tienes a tu alrededor, los hombres deben percibir en ti mi presencia maternal, deben ver en ti a alguien diferente que no se comporta como los que son del mundo. Sé cauteloso y prudente, y evita entregar las perlas a los cerdos porque las pisotearán y destruirán. Sé muy devoto de esta humilde esclava del Señor; porque no solamente soy Madre de los justos sino también de los pecadores, y lo que busco es que se propongan cambiar de vida y reparar por sus pecados. Como mi esclavo de amor llénate de alegría y añora tener el corazón de los ángeles y de los santos, para que me ames ardientemente. A todos los que piadosamente me sirven los asisto como Madre, los consuelo, los amparo, no permito que sean apartados de los caminos de Dios, los protejo en sus andanzas para que no tropiecen ni caigan; ganarás la victoria contra el poder del infierno. Dichoso aquel que suplica mi auxilio maternal en medio de la guerra, por que no conocerá lo que es la derrota. *Oración final* _Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios, no desprecies las oraciones que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien líbranos de todo peligro, oh Virgen gloriosa y bendita._ Amén