17 de junio “Mi corazón florece cuando dejo atrás tanto.” Lo que esta frase me enseña: A veces no se trata de añadir más, sino de soltar. Soltar las culpas antiguas, los “debería”, las exigencias heredadas, los pesos que ya no me corresponden. El corazón, como un jardín, necesita espacio para florecer. No puede abrirse si está cargado de todo lo que ya no vibra con su verdad. Hoy entiendo que dejar atrás no es pérdida, sino preparación para el florecimiento. Cada cosa que suelto es una raíz menos que me ata al pasado y una semilla más que libero al presente. Puntos clave para integrar Soltar como forma de florecer. No todo lo que llevo es necesario para lo que viene. Aligerar el corazón. Menos carga, más vida. Confiar en el vacío fértil. Lo que suelto hace espacio para lo nuevo. Elegir la libertad emocional. No florece quien retiene. Florece quien confía. Pautas prácticas para el día: Diario: ¿Qué necesito soltar hoy para que mi corazón tenga espacio para florecer? Ritual simbólico: Escribe en un papel lo que quieres dejar atrás. Luego quémalo, entiérralo o suéltalo al viento. Hazlo con gratitud. Acto de amor interno: Hoy perdónate algo. Pequeño o grande. Suelta el juicio. Afirmación del día: “Mi corazón florece cuando dejo ir con amor lo que ya no me sostiene.” —------------------------ 📝Rocío Castillo Castillo.  Autora, coach y exploradora del alma humana. Guiando el viaje hacia una vida plena y en calma.