21 de junio “En el solsticio, la luz me enseña que también yo puedo brillar sin temor.” Lo que esta frase me enseña: Hoy el sol alcanza su máximo esplendor. Hoy la luz permanece más tiempo en el cielo, como si nos recordara que también nosotros fuimos hechos para brillar. Sin esconder. Sin disculpas. Sin miedo. Este solsticio me invita a salir de las sombras autoimpuestas, a dejar de temerle a mi propia luz, a expresar mi verdad con firmeza y belleza. Porque brillar no es arrogancia: es autenticidad. Y cuando yo brillo desde lo que soy, ilumino también el camino de otros. Puntos clave para integrar: Reconocer mi luz como legítima. No tengo que esconder lo que soy para pertenecer. Dejar de temer mi brillo. Ser visible también es una forma de entrega. Celebrar mi autenticidad. Mi luz es única y necesaria. Brillar para inspirar, no para demostrar. La luz verdadera no compite: comparte. Pautas prácticas para el día: Diario: ¿Qué parte de mí suelo esconder por miedo? ¿Qué aspecto de mi luz merece salir hoy al mundo? Ritual de solsticio: Sal unos minutos al sol. Levanta el rostro. Di en voz alta (o en silencio): “Hoy me permito brillar.” Acto de expresión auténtica: Comparte algo de ti que normalmente ocultas: una idea, una emoción, una creación. Brilla con intención. Afirmación del día: “No temo a mi luz. Hoy brillo con la fuerza del sol.” —------------------------ 📝Rocío Castillo Castillo.  Autora, coach y exploradora del alma humana. Guiando el viaje hacia una vida plena y en calma.