La primera responsabilidad de los padres es amar a sus hijos como Dios los ama, es decir incondicionalmente; pero también han de instruirlos desde pequeños en la Palabra. Efesios 6. 4. Y ustedes, padres, no provoquen a ira a sus hijos, sino críenlos en disciplina y amonestación del Señor. Dios nos ama, pero también nos disciplina (es decir nos educa y nos pone límites). Lo dice Hebreos 12.6. La disciplina es parte central de la educación de los hijos. Pero… ¿Qué es disciplina? Es instruir a los hijos en principios y valores que han de convertirse en convicciones y hábitos, a través de acciones repetitivas. Toda persona debe ser instruida desde pequeña, a ir tomando la responsabilidad de su propia vida, de su bien ser y bien estar. Dios dice que nos ha dado un espíritu de poder, amor y dominio propio, es decir la capacidad para auto gobernarnos y disciplinarnos. 2 Tim.1.7. _Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio._ Los padres nunca han de disciplinar por molestar. Algunos sí lo hacen, por ser controladores, sobreprotectores o perfeccionistas. Lo correcto es dirigir e impulsar a los hijos a adquirir buenas costumbres y a ser responsables; hasta que el hijo o la hija lo hagan por iniciativa personal. *Padre tu siempre eres paciente y misericordioso, ayúdame a mostrar tu rostro a mis hijos. Te pido perdor por haber sido controlador, manipulador, impaciente y no haberles enseñado tu carácter, tu naturaleza de amor y compasión. Ayúdanos, como familia a recrear el reino de los cielos en nuestro hogar, en el nombre de Jesús, amén.* https://wp.me/pbfW9D-5p4 *Suscribir al canal de Guía Diaria CVL en WhatsApp:* https://whatsapp.com/channel/0029VaSXDRs9mrGhWW1X2Z17