RB |  *8 junio 2025* | Espíritu *_“Jesús les volvió a decir: «¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envió a mí, así los envío yo también” ( Jn 20,21)_* El Espíritu Santo es “poliédrico” -como la iglesia y como la vida misma- porque tiene muchos y diversos aspectos interconectados e interdependientes entre sí. Por eso, debemos desaprender la obsesión por la unicidad que nos obliga a ser uno y nos impide lo plural, así como hemos de cortar la prepotencia de quien se adueña de la verdad, anulando a las minorías y a los críticos. Esto solo nos traerá violencia y abuso… nada que ver con la espiritualidad… El Espíritu Santo es “acción de amor y relación fraterna”, que nace de la trinidad, acompaña la encarnación e impulsa la misión. Es quien crea relaciones comunitarias, samaritanas y misioneras entre quienes le acogen, y recrea relaciones quebradas por la incertidumbre, el aburrimiento o la frustración. Porque la paz es un don, tarea, cruz y arte de amar desde dentro hacia afuera de sí mismo y entre hermanos/as que defienden la vida y comparten la esperanza. El Espíritu Santo es “acción misionera” en el mundo real -con o sin inteligencia artificial- que se mueve constantemente con drones de guerra, migraciones forzadas o prohibidas, elitismos tecnológicos o financieros, o espiritualidades cómplices y narcotizantes. Pero también es la acción misionera de personas y comunidades solidarias, artesanas de paz, que van a todas las periferias, se descontaminan del bunkerismo religioso y contagian la alegría del amor y la esperanza de la fraternidad. El Padre envía al Hijo… Jesucristo envía al Espíritu… El Paráclito envía a la Comunidad… La fraternidad nos envía a cada uno/a… y así vamos tejiendo -en unidad diversa y esfuerzo complementario- la casa de nuestros sueños de alegría, paz, amor y esperanza… o sea, viviendo con los dones-compromisos del Espíritu, que es dinamismo más que definición. *_¡Que el mismo Espíritu de Jesucristo nos dé la alegría del perdón, que reconstruye la paz y articula la fraternidad…!_*