Visitamos La Confluence, en Lyon, una zona que logró reconvertirse desde sus orígenes industriales en un nuevo modelo de ciudad: con vivienda de calidad, infraestructura sostenible, conexión con el transporte público y un uso inteligente del borde fluvial. Para nuestro equipo, fue una experiencia clave y muy emocionante. Nos permitió observar cómo una planificación urbana bien pensada puede recuperar espacios postindustriales y transformarlos en barrios integrados, activos y resilientes. Este tipo de referentes alimentan la visión que tenemos para Viña del Mar: un proyecto que no solo sanea un terreno, sino que propone una nueva forma de habitar la ciudad, con enfoque ambiental, integración urbana y vida comunitaria. Así también imaginamos Las Salinas.