🇺🇸 | Análisis La Guerra de los Aranceles llegó a su cúspide en abril y se fue relajando hasta alcanzar el acuerdo entre China y EEUU un mes y medio más tarde. Para los importadores en EEUU significa que hubo dos ventanas. De enero a abril, una donde aumentaron volumen para acumular stock. Y de abril a fines de mayo, una de restricción total. Los tiempos de shipping desde puertos como Shangai o Shenzhen, a los principales destinos en EEUU (Los Angeles, Huston, NY) varían por el fuerte tráfico en el mar de China y las distancias, pero van de 6 a 8 semanas sumando tiempos de aduana y distribución puerta a puerta. Traducido, los últimos contenedores llegaron a EEUU a fines de mayo. Los nuevos pedidos salieron de China a comienzos de junio. Si no se reanuda el conflicto comercial, la situación debería resolverse hacia agosto. En el interim, empieza la ventana donde el inventario acumulado deberá satisfacer la demanda, que se extenderá a lo largo de julio. En el largo plazo, el riesgo para EEUU ya no es una recesión en sí, sino una de carácter peronista. Cabe notar entonces que Irán suele ser tan oportuno para alcanzar un punto crítico en su programa nuclear como las abuelas de Plaza de Mayo para encontrar un nuevo nieto.