✨☦️ Seré sincero: no me uní a la Ortodoxia por su belleza. Ni siquiera me atraía. No podía atraerme algo que no comprendía en toda su magnitud. Me hice ortodoxo porque la Iglesia Ortodoxa daba suficiente evidencia de ser la iglesia fundada por Cristo en el siglo I y había perdurado durante todos estos siglos. Llegar a ella fue liberador. Ya no tenía que hacer malabares intelectuales para creer en lo que creo y tuve además un regalo añadido que no esperé: la Iglesia refleja la belleza de Dios. Todo en ella no solo es cierto, también es hermoso. El cristianismo había impregnado todo y lo había redimido del pecado entregando al alma la posibilidad de encontrar a Dios con cada sentido y deleitarse bebiendo de un río de agua viva que corre desde la eternidad. ✨🏞️