EvDH:”Sin embargo, les digo la verdad: les conviene que yo me vaya, porque si no me voy, el Paráclito no vendrá a ustedes. Pero si me voy, se lo enviaré.” ¿Recuerdas haberle escuchado a algún líder o autoridad, del área que sea, decir esta frase, o una ligeramente cercana? “Les conviene que yo me vaya”… En lo cotidiano, nadie se quieren ir, y consideran adversario a quién les recuerde que no son eternos. Esta frase de Jesús nos supera por completo, y si lo dejamos a la altura de nuestros cánones humanos, nos vamos a quedar muy lejos del plan original y de los personajes involucrados. No hace mucho vivíamos como Iglesia uno de los actos más generosos de nuestra historia. Un hecho de total generosidad y humildad por parte del Papa Benedicto. Su decidir renunciar para que Dios pudiera seguir adelante con la Misión de La Iglesia nos llevó a recibir al Papa Francisco y toda la bendición y riqueza (sumada a la del mismo Benedicto) que significa hasta hoy su pontificado. En los hechos, la llegada del Espíritu Santo termina de afianzar la Obra y Acción de Jesús, y nos regala descubrir a Dios como Padre. Al final, cada Uno de los Tres está en su posición, cada Uno sabe lo que hace el Otro, y complementan Su Obra en cada uno de nosotros. Si Jesús nos dice que nos conviene, le hacemos caso y decimos… ¡Espíritu Santo ven sobre nosotros!