EvDH:”En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Todavía tengo muchas cosas que decirles, pero ustedes no las pueden comprender ahora. Cuando venga el Espíritu de la Verdad, él los introducirá en toda la verdad, porque no hablará por sí mismo, sino que dirá lo que ha oído y les anunciará lo que irá sucediendo.” En otras versiones dice: “tengo mucho que decirles… pero sería demasiado para ustedes”….”pero ahora no pueden con eso”… “por ahora no pueden sobrellevarlo” En el último análisis, Jesús respeta nuestro proceso, nos conoce al punto de saber qué se nos autoriza saber y que no. Dios promete, da profecía, pero no da horóscopos jugando al gato y al ratón con los suyos. Él supo acompañar y esperar al joven Juan desde su juvenil reacción de “que caiga fuego y los consuma”, hasta “el que no ama no conoce a Dios”. Supo esperar a Simón Pedro desde su sacar la espada en Getsemaní hasta su “no devuelvan mal por mal, si no retribuyan con bendición” Dios hizo el tiempo, nosotros la prisa, y aprender a respetar nuestro propio proceso nos llevará a también respetar y acompañar el proceso de los demás, pues por conocernos pasamos a no juzgar. Pedimos al Espíritu Santo nos acompañe en nuestro proceso para llegar a toda la verdad, y nos prepare para escucharle anunciar lo que necesitamos saber y escuchar para nuestra misión cuando Él considere que estemos listos para escucharlo y responderle. Le pedimos del Don de la Misericordia para respetar el proceso de los demás, como Él lo ha hecho con el nuestro.