EvDH:”Jesús, dijo a sus discípulos: Ustedes han oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente. Pero yo les digo que no hagan frente al que les hace mal: al contrario, si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, preséntale también la otra.” La enseñanza de por sí ya es difícil de masticar. En nuestra historia reciente hemos tenido a la vista dos grandes ejemplos de la “respuesta no violenta”. Gandi en la India, y Martin L. King en Los Estados Unidos. Ambos, con esa forma de responder, y con el alto precio de sus vidas, alcanzaron cambios importantes en su sociedad y su gente. Hoy, más allá de meditar sobre esto, recordamos que Jesús vivió esta enseñanza en carne propia. En el Evangelio de San Juan, en el “juicio” sumario, frente a la digna respuesta de Jesús al Sumo Sacerdote, un guardia reacciona por instinto y abofetea a Jesús: “Apenas Jesús dijo esto, uno de los guardias allí presentes le dio una bofetada, diciéndole: «¿Así respondes al Sumo Sacerdote?». Jesús le respondió: “Si he hablado mal, muestra en qué ha sido; pero si he hablado bien, ¿por qué me pegas?” Juan 18,22-23 La básica enseñanza hubiera sido que Jesús, sin decir nada le pusiera la otra mejilla y hasta ahí. De hecho, en el análisis final, así fue, solo que esa acción no va sola, ni incompleta, se le agrega la total dignidad; la respuesta de confrontación de Jesús debe haber hecho que este guardia no supiera dónde meterse y cómo reaccionar. Si tienes razón en pegarme, dímela, sino, tu reacción es la equivocada, además de cobarde e innecesaria. (Su no saber qué responder le quitaba toda la fuerza a su bofetada y lo detenía de dar otra) Si en tu vida decides tomar partido por cosas valiosas, cosas que hagan bien a muchos, ten la certeza de que en algún momento del camino la sociedad, las circunstancias, e incluso algunos personajes, harán por darle una bofetada a tu proyecto y de paso a ti en tu ánimo y fe. Igual que Jesús, supera la violencia con Amor, y reafírmate en tus valores, en tus creencias, en Jesús. Hoy pedimos al Espíritu Santo nos ayude y nos enseñe a saber aprovechar y valorar cada golpe de la vida para reafirmar nuestro llamado y nuestra misión en Su Nombre.