Una pausa luminosa: nace la Sinfonía Nº1 “Inmarcesible” Queridos amigos, Durante los próximos meses haré una pausa en la publicación de nuevas obras para piano para concentrarme plenamente en una creación muy especial: mi primera sinfonía, una obra que lleva tiempo gestándose en lo más profundo de mí y que he titulado “Inmarcesible”. Escogí ese nombre porque condensa, con una sola palabra, todo lo que esta obra significa para mí. Inmarcesible es aquello que no se marchita, que permanece. Y eso es, precisamente, lo que he querido preservar al escribirla: las emociones que sobreviven al tiempo, lo que no se desvanece a pesar de las pérdidas, lo que sigue vivo incluso cuando uno cree haberlo dejado atrás. Esta sinfonía es un testimonio íntimo de eso que no muere, y que encuentra su forma final en la música. Durante esta etapa, estaré menos presente en el frente creativo de nuevas publicaciones. Pero eso no significa desaparición. Al contrario: seguiré compartiendo materiales visuales que acompañen y completen el universo de mis obras ya publicadas, con piezas cuidadosamente editadas que alternarán entre formatos breves y versiones completas. Fragmentos, destellos, atmósferas: una forma de dar a cada obra el cierre visual que merece, mientras mi atención entera se vuelca en lo sinfónico. Este paréntesis es, en realidad, el comienzo de una nueva etapa. Una en la que el lenguaje orquestal ocupará el centro, en la que mi escritura se expandirá hacia espacios más amplios, más profundos, más arriesgados. Una etapa que me exige silencio externo para poder escuchar lo que dentro quiere decirse con verdad. Gracias por estar ahí, por acompañar este camino que ahora cambia de forma, pero no de fondo. Nos reencontraremos pronto, cuando la sinfonía esté lista para ser compartida. Y será, lo prometo, algo que no se marchita. Miguel Pérez