*Puerto Etén: El Engaño del 'Progreso' que Enriquece a Pocos y Devasta a Millones – Una Mirada al Megaproyecto que Somete a la clase obrera una vez más al capital extranjero y nacional* _05/01/25_ El proyecto portuario de Puerto Etén, presentado como un "motor de desarrollo" para el norte peruano y su conexión con Brasil y Asia-Pacífico, debe analizarse como un fenómeno inherente a las contradicciones del capitalismo en su fase del desarrollo del capitalismo global. *1. Infraestructura y acumulación capitalista: La función del puerto en la circulación de plusvalía**ñ Como señala *Marx* en *El Capital*, la infraestructura de transporte no es neutral: es un *"órgano de circulación del capital"* que acelera la realización de la plusvalía al reducir el tiempo de rotación mercantil. Puerto Etén, con su capacidad de 40 millones de toneladas anuales y calado de 18 metros, opera como un *nodo de acumulación ampliada* para las burguesías peruana y transnacional. Su objetivo declarado —facilitar la exportación de minerales, productos agrícolas y manufacturas— refuerza la dependencia extractivista del Perú, donde *más del 60% de las exportaciones son materias primas* (Cepal). La inversión de 5,000 millones de soles (USD 1,320 millones) no es un "aporte al desarrollo", sino una inyección de capital constante (infraestructura) que beneficia a conglomerados logísticos y minero-exportadores, así como a sectores de la *burguesía comercial peruana*, que actúa como intermediaria en la distribución y reexportación de bienes hacia mercados internacionales. Según el *Banco Central de Reserva del Perú (BCRP, 2023)*, el sector minero representa el *62% de las exportaciones totales del país*, dominado por transnacionales como *Southern Copper (México-EE.UU.) y Yanacocha (Newmont-Buenaventura)*. Como advierte *Shaikh* en *Capitalism: Competition, Conflict, Crises*, estos megaproyectos suelen ser financiados mediante deuda pública: *el 45% de la inversión en infraestructura en Perú entre 2010-2022 provino de asociaciones público-privadas* (Proinversión, 2023), socializando riesgos mientras se privatizan ganancias. *2. Los corredores bioceánicos: La reconquista de la Amazonía para el capital* El énfasis en conectar Manaos (Brasil) con Asia-Pacífico revela una dinámica, donde los monopolios necesitan controlar rutas estratégicas para extraer recursos y dominar mercados. La carretera IIRSA Norte, vinculada al puerto, forma parte de la *Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA)*, financiada por el BID y el Banco de Desarrollo de China desde su creación en *2000 bajo el Consenso de Washington*. Estos corredores no integran pueblos, sino *circuitos de capital*: facilitan la explotación de la Amazonía, donde *el 75% de la deforestación en Perú (1.5 millones de hectáreas entre 2001-2021) está vinculada a minería ilegal, agroindustria e infraestructura* (MINAM, 2022). El discurso sobre "reducir costos de transporte" (de USD 4,500 millones en comercio Perú-Brasil) encubre la intensificación de la *superexplotación laboral* en sectores logísticos y la *depredación ambiental*. En Perú, *el 78% de los trabajadores portuarios tienen contratos temporales sin beneficios sociales* (INEI), mientras que la zona franca de 1,200 hectáreas y el parque eco-tecnológico son dispositivos para atraer capitales transnacionales con exenciones tributarias, replicando el modelo de *enclave* criticado por *Engels* en *La situación de la clase obrera en Inglaterra*. Es aquí donde la *burguesía comercial peruana*, especialmente aquella ligada a la importación y exportación de bienes agrícolas y manufacturados, encuentra un terreno fértil para consolidar su posición dentro del mercado global, actuando como intermediaria subordinada pero beneficiada por las dinámicas imperialistas. *3. El Estado peruano como instrumento de la burguesía financiero-comercial transnacionalizada* ProInversión, como brazo estatal promotor del megaproyecto, encarna la fusión descrita por *Lenin* entre *capital bancario-industrial* y *aparato burocrático*. La burguesía peruana no actúa como mera "compradora" (intermediaria pasiva), sino como *socia junior en la explotación imperialista*, articulando tres mecanismos: 1. *Integración subordinada a cadenas globales*: La infraestructura portuaria sirve a conglomerados mineros (como Southern Copper, que extrajo *1.2 millones de toneladas de cobre en 2022*) y agroexportadores (Grupo Gloria, responsable del *23% de las exportaciones lácteas del país*), cuyas ganancias dependen de precios fijados en mercados imperialistas (Londres, Chicago). *Anwar Shaikh* demostraría aquí cómo la "competencia imperfecta" en mercados periféricos consolida jerarquías globales. 2. *Financialización extractivista*: Los USD 1,320 millones invertidos se financiarán vía deuda pública (bonos soberanos) y capitales privados extranjeros. Según la *Superintendencia de Banca y Seguros (SBS, 2023)*, *el 34% de la deuda externa peruana (USD 25,000 millones) está vinculada a megaproyectos extractivos*, transfiriendo riesgos al Estado (vía impuestos regresivos) mientras las ganancias se privatizan en offshore (ej. holdings logísticos en Luxemburgo o Panamá). 3. *Privatización de bienes comunes*: Las 1,200 ha de zona franca implicarán exenciones tributarias bajo la *Ley 1008 de promoción de inversiones (aprobada en 2008 durante el gobierno de Alan García)*, que ya ha concedido *USD 12,000 millones en beneficios fiscales a empresas mineras entre 2010-2022* (MEF, 2023). El gobernador Pérez Flores personifica esta alianza: su discurso sobre "competitividad" es la racionalización de una clase que obtiene rentas de posición mediante su inserción dependiente en el capitalismo global. Este proceso también permite que la *burguesía comercial peruana*, profundamente ligada a los circuitos de distribución y reexportación, se consolide como un actor clave en la apropiación de rentas generadas por el proyecto, aunque siempre en una posición subordinada frente al capital transnacional. *4. Crisis ecológica y lucha de clases: Los costos ocultos del "progreso"* La construcción del puerto en un ecosistema costero frágil (Lambayeque) implica *externalización de costos ambientales*, práctica inherente al capitalismo según *Marx* en *El fetichismo de la mercancía*. En Lambayeque, *el 40% de los manglares y el 30% de los humedales han sido degradados por proyectos industriales en la última década* (MINAM, 2023). Los parques "eco-tecnológicos" son greenwashing para ocultar la mercantilización de la naturaleza, un proceso que vincula a la *"acumulación por contaminación"*, como evidencian los *1,200 conflictos socioambientales activos en Perú* (Defensoría del Pueblo, 2023), muchos ligados a megaproyectos. La resistencia popular, aunque ausente en la nota oficial, será inevitable. En *2022, el 68% de las protestas en Perú tuvieron como causa conflictos socioambientales y laborales* (INEI, 2023). Como enseña *Lenin*, solo la *organización obrera y campesina*, articulada en un *partido de vanguardia*, puede convertir estas contradicciones en una fuerza revolucionaria que impugne el modelo extractivista. Es importante destacar que, mientras la *burguesía comercial peruana* se beneficia de la infraestructura portuaria mediante la reducción de costos logísticos y el acceso privilegiado a mercados internacionales, las comunidades locales enfrentan la destrucción de sus medios de vida y la pérdida de territorios ancestrales, exacerbando las tensiones entre clases sociales. *Hacia la internacionalización de la lucha proletaria* Puerto Etén no es un "motor de desarrollo", sino una *máquina de acumulación capitalista* que ahondará la dependencia neocolonial del Perú. La burguesía financiero-comercial local, lejos de ser un actor autónomo, funciona como *eslabón subordinado en la cadena imperialista*, administrando la superexplotación de recursos y fuerza de trabajo para beneficio del capital transnacional (EE.UU., China, UE). Sin embargo, sectores de la *burguesía comercial peruana* también encuentran espacio para reproducirse económicamente, aunque siempre en una relación de subordinación frente a los monopolios globales. Frente a esto, retomamos la consigna de *Marx* en el *Manifiesto Comunista*: *"Los proletarios no tienen nada que perder más que sus cadenas"*. La alternativa no está en reformar megaproyectos, sino en avanzar hacia una *planificación socialista de la economía*, donde puertos y corredores sirvan a las mayorías, no al capital. Esto exige unificar al proletariado portuario (como los *5,000 obreros portuarios sindicalizados en Callao*), campesinos desplazados por agroindustrias (*200,000 hectáreas acaparadas por monocultivos en Lambayeque*) y comunidades indígenas afectadas por la IIRSA (*32 pueblos originarios en riesgo por corredores logísticos*), bajo un *programa revolucionario que expropie sin indemnización a las transnacionales y su socio local*. Como enseñó *Lenin* , solo la *dictadura del proletariado* puede reorientar estas infraestructuras hacia necesidades populares.