GRUPO OBRERO DE FORMACIÓN MARXISTA - JORNAL
February 18, 2025 at 12:18 AM
*Mientras el Pueblo pasa Hambre, en el Congreso abunda la Comida y los glotones*
_17/02/25_
El Congreso de Perú ha generado controversia al licitar un servicio de alimentos de lujo por *1,6 millones de soles para 16 meses (hasta 2026)*, en contraste con la crisis alimentaria que afecta a *2,4 millones de peruanos en riesgo de desnutrición* (FAO, 2025). Este contraste evoca lo señalado por Karl Marx en *El Capital* (Tomo I): *«La acumulación de riqueza en un polo es, al mismo tiempo, acumulación de miseria, tormento de trabajo, esclavitud, ignorancia, brutalidad y degradación moral en el polo opuesto»*. Históricamente, Perú ha enfrentado desigualdades estructurales: según el Banco Mundial, en 2023, el *27.5% de la población vivía en pobreza*, y la desnutrición crónica infantil afectaba al *11.5% de menores de 5 años* (ENDES, 2022).
El nuevo contrato incluye un menú ampliado: *18 tipos de sándwiches, jugos frescos, postres gourmet (cheesecakes, trufas)*, y mayores porciones de carne (*130 g de res/pollo/pescado, 200 g de cerdo*), además de incrementar el personal de *10 a 15 personas*. Este gasto, respaldado mayoritariamente por grupos parlamentarios vinculados a la *burguesía financiera y comercial peruana*, como *Fuerza Popular*, *Alianza para el Progreso*ñ* y sectores de **ñAcción Popular*, supera significativamente el contrato anterior (*2 millones de soles por tres años*). Estos partidos, históricamente alineados con intereses empresariales y agroexportadores, reflejan la dinámica donde, como advierte Marx en el Tomo II, *«el consumo suntuario se convierte en una función del capitalista, que actúa como personificación del capital»*, priorizando lujos sobre necesidades sociales. Según la Contraloría, entre 2016 y 2023, el Congreso peruano gastó *S/ 8,3 millones en alimentos*, cifra que contrasta con el *40% de hogares que redujeron su consumo de proteínas en 2024* (INEI).
Mientras tanto, el *7% de la población enfrenta subalimentación* (FAO, 2025), y casi *2 millones sobreviven con menos de S/251 mensuales* (INEI, 2024), equivalente al *6.2% del costo mensual del buffet congresal por persona*. Esta disparidad ilustra la crítica marxista sobre la distribución desigual: *«La proporción en que la sociedad se divide entre capitalistas y obreros asalariados […] reproduce las condiciones de la producción capitalista en una escala cada vez mayor»* (Tomo I). Analistas como Iván García y Eduardo Herrera critican la insensibilidad del Congreso, señalando su desconexión con la realidad ciudadana y la falta de austeridad en un contexto de pobreza creciente. Herrera cuestiona: *«¿Por qué no son más frugales?»*, una pregunta que resuena con la advertencia de Marx en el Tomo III: *«El verdadero límite de la producción capitalista es el propio capital […] en un sistema donde el trabajador existe para las necesidades de valorización del capital, y no al revés»*.
La desaprobación ciudadana hacia el Legislativo alcanza el *88%* (encuesta Ipsos, enero 2025), agravada por escándalos de corrupción y desigualdad. Históricamente, la desconfianza en el Congreso no es nueva: en 2020, su aprobación era del *13%*, y en 2023 cayó al *7%* tras múltiples crisis políticas. El contrato, que incluye servicios para sesiones plenarias y eventos oficiales, refleja una brecha entre las prioridades políticas y las necesidades urgentes de la población, cuestionando el uso de recursos públicos en medio de una crisis socioeconómica. Aquí, la crítica de Marx al Estado como instrumento de clase cobra vigencia: *«El poder del Estado […] no es más que un comité que administra los negocios comunes de toda la clase burguesa»* (Tomo I). En este caso, la «burguesía» se traduce en una élite política representada por los mismos grupos parlamentarios —como los mencionados— que, desde la década de 1990, promovieron políticas neoliberales de ajuste y apertura comercial, beneficiando a conglomerados financieros como Grupo Romero o Gloria S.A., mientras debilitaban programas sociales.
Así, el banquete parlamentario no solo simboliza desigualdad, sino también la contradicción histórica del capitalismo descrita por Marx: *«La producción de demasiadas cosas útiles se convierte en fuente de miseria y escasez»* (Tomo I). Mientras el Congreso incrementa su consumo, millones de peruanos enfrentan hambre: según el Programa Mundial de Alimentos, *1.3 millones de personas dependen de ollas comunes en Lima* (2024), una red de supervivencia que data de la hiperinflación de los años 80. Este panorama recuerda que, como concluye el Tomo III, *«la riqueza social no se mide por el lujo de unos pocos, sino por la capacidad de satisfacer las necesidades de todos»*.