
GRUPO OBRERO DE FORMACIÓN MARXISTA - JORNAL
February 20, 2025 at 12:38 AM
*Ley Chlimper 2.0: El Asalto Neoliberal que Enriquece a la Burguesía Financiera y Condena al Pueblo Peruano*
_19/02/25_
La propuesta de la denominada "Ley Chlimper 2.0", que busca reducir el impuesto a la renta del 30% al 15% para las grandes agroexportadoras en Perú, constituye un ejemplo paradigmático de las contradicciones estructurales del capitalismo y la función del Estado burgués como instrumento de dominación de clase. Este proyecto, que generaría una pérdida fiscal estimada en S/20.000 millones para el erario público entre 2025 y 2035, refleja la subordinación del aparato estatal a los intereses de una *burguesía financiera y comercial profundamente articulada con el capital transnacional*, cuya lógica perpetúa la dependencia económica y la explotación del trabajo nacional.
*1. El Estado burgués como garante de la acumulación capitalista y la dominación económica*
En línea con la teoría marxista-leninista, el Estado no es un árbitro neutral, sino una superestructura al servicio de la clase dominante. Como señala Marx en *El Capital* (Tomo I), *"el Estado moderno no es más que un comité que administra los negocios comunes de toda la clase burguesa"* (Cap. XXIV). La exención tributaria propuesta —beneficiando a un sector altamente concentrado y transnacionalizado como el agroexportador— evidencia cómo el régimen fiscal se diseña para maximizar la tasa de ganancia de una *burguesía financiera y comercial peruana que actúa como intermediaria del capital extranjero*, consolidando relaciones de dependencia que perpetúan la subordinación económica.
El sector agroexportador peruano está dominado por empresas transnacionales y oligopolios locales que operan bajo el modelo primario-exportador, caracterizado por la sobreexplotación de recursos naturales y fuerza de trabajo. Estas empresas, controladas por una *élite burguesa financiera y comercial*, canalizan sus ganancias hacia el exterior mediante prácticas de transferencia de precios y evasión fiscal, mientras transfieren los costos sociales y ambientales a las masas obreras y campesinas. Al reducir los impuestos, el Estado peruano opera como un mecanismo de *"acumulación originaria"* (Tomo I, Cap. XXVI), profundizando la explotación mediante la extracción de plusvalía relativa y absoluta.
La oposición del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), que advierte sobre el costo fiscal, y el apoyo del Ministerio de Desarrollo Agrario (Midagri), que justifica la medida como *"atracción de inversiones"*, ilustran las tensiones intraburguesas entre fracciones del capital (industrial, financiero, agrario). No obstante, ambas posiciones se inscriben en la lógica de reproducción ampliada del capital: mientras el MEF prioriza la estabilidad macroeconómica para garantizar la confianza de los mercados, el Midagri actúa como vocero directo de los intereses de una *burguesía financiera y comercial aliada al capital extranjero*, cuya estrategia es consolidar el Perú como una plataforma de exportación primaria bajo condiciones de dependencia económica.
*2. Crisis fiscal y miseria relativa: transferencia de valor hacia el capital transnacional*
La pérdida de S/20.000 millones en recaudación —equivalente al 10% del PBI anual peruano— no es un *"costo"*, sino una transferencia de valor desde el trabajo colectivo (vía impuestos) hacia la acumulación privada de una *burguesía financiera y comercial que actúa como intermediaria del capital extranjero*. Esta política reproduce la contradicción fundamental del capitalismo señalada por Marx: *"La riqueza de las sociedades en las que domina el modo de producción capitalista se presenta como un ‘enorme cúmulo de mercancías’"* (Tomo I, Cap. I), pero su distribución está determinada por la lucha de clases.
Los recursos sustraídos al fisco implicarán recortes en servicios públicos (salud, educación, infraestructura), incrementando la miseria relativa del proletariado y el campesinado pobre, quienes cargarán con la austeridad fiscal. Como advierte Marx en el *Tomo III*, *"la explotación del trabajo es la fuente única de la plusvalía, y por tanto de toda ganancia"* (Cap. XLVIII), y esta medida no hace más que ampliar el abismo entre el trabajo vivo y el capital parasitario. En este caso, el capital parasitario incluye no solo a las empresas agroexportadoras, sino también a los bancos y conglomerados financieros peruanos que actúan como intermediarios del capital extranjero, facilitando la fuga de capitales y la apropiación de plusvalía generada en territorio nacional.
La justificación ideológica del Midagri —que presenta la medida como *"motor de crecimiento"*— encarna el fetichismo del capital descrito en el *Tomo I*: *"El capital aparece como una cosa mística, porque el producto del trabajo se presenta como una relación social entre cosas"* (Cap. I, sección 4). Se naturaliza la dependencia de un modelo primario-exportador, basado en la sobreexplotación de recursos naturales y fuerza de trabajo, mientras se oculta que el *"éxito"* agroexportador se sustenta en salarios de hambre, flexibilización laboral y despojo de tierras a comunidades campesinas, prácticas que Marx asociaba a la *"acumulación por desposesión"* (Tomo I, Cap. XXVII).
*3. Dependencia económica y la hegemonía de la burguesía financiera y comercial*
El conflicto entre gremios agrarios críticos (que denuncian el agravamiento de desigualdades) y el bloque dominante agroindustrial revela la heterogeneidad de intereses en el campo peruano. Sin embargo, la *burguesía financiera y comercial peruana*, aliada al capital extranjero, impone su hegemonía mediante su control sobre el aparato legislativo y los medios de comunicación, presentando sus intereses particulares como *"bien común"*. La rápida inclusión del dictamen en la agenda parlamentaria, pese a las advertencias técnicas, demuestra la preeminencia del poder corporativo sobre la democracia formal.
Este proceso refuerza las cadenas de dependencia económica, donde el Perú se convierte en una plataforma de exportación primaria al servicio del capital extranjero. La burguesía financiera y comercial local actúa como intermediaria, facilitando la transferencia de valor hacia el exterior mediante prácticas como la evasión fiscal y la manipulación de precios de transferencia. Aquí se actualiza la advertencia de Marx en el *Tomo I*: *"El derecho [burgués] no es más que el reconocimiento oficial del hecho económico"* (Cap. VIII), donde las leyes se moldean para proteger la propiedad privada y la tasa de ganancia, incluso si esto implica profundizar la dependencia económica.
*4. Reformismo vs. Transformación postcapitalista: la necesidad de planificación económica centralizada y computarizada*
La *"Ley Chlimper 2.0"* confirma la tesis leninista de que el Estado burgués es irreformable. Las demandas de *"correcciones"* técnicas (como el cuestionamiento al cálculo del costo fiscal) o de *"equidad tributaria"* dentro del marco capitalista son insuficientes. El reformismo pequeño-burgués, al limitarse a negociar migajas dentro del sistema, desvía la lucha de clases hacia un callejón sin salida. Como expone Marx en el *Tomo III*, *"las contradicciones inherentes al sistema capitalista llevan necesariamente a su negación"* (Cap. XV), pero esta negación no surge espontáneamente: exige una transformación estructural hacia un sistema *postcapitalista*.
La única alternativa revolucionaria radica en la construcción de un partido de vanguardia que, arraigado en la clase obrera urbana y rural, enfrente la dictadura del capital mediante:
- *Denuncia científica* de la alianza entre el Estado y el gran capital, exponiendo cómo las exenciones tributarias intensifican la explotación y consolidan la dependencia económica, tal como Marx analiza en el *Tomo I*: *"El impuesto es el quinto jinete del Apocalipsis burgués, que cabalga junto a la guerra, el hambre, la peste y la ganancia"* (Cap. XXIV).
- *Organización de la resistencia multisectorial*, articulando a trabajadores agrícolas, comunidades indígenas y sectores populares urbanos en un programa de expropiación de las Agroexportadoras y nacionalización de los medios de producción bajo control obrero, retomando la premisa del *Tomo II*: *"La reproducción del capital presupone la reproducción de las relaciones de explotación"* (Cap. XX).
- *Cuestionamiento del modelo primario-exportador*, avanzando hacia una economía planificada que priorice la soberanía alimentaria y la industrialización socialista, superando la lógica del *Tomo III*: *"El capital ficticio [financiero] se convierte en un freno para el desarrollo de las fuerzas productivas"* (Cap. XXV).
Esta transformación postcapitalista debe incluir la implementación de una *planificación económica centralizada y computarizada*, que permita asignar recursos de manera eficiente y equitativa, eliminando las ineficiencias y contradicciones inherentes al mercado capitalista. La tecnología moderna, aplicada bajo principios de planificación socialista, puede optimizar la producción y distribución de bienes y servicios, garantizando el bienestar colectivo y la sostenibilidad ambiental.
La *"Ley Chlimper 2.0"* no es una anomalía, sino la expresión concentrada de un sistema que subsume toda actividad humana bajo la lógica del beneficio. Su aprobación reforzará las cadenas de dependencia económica y agudizará la polarización social, preparando las condiciones objetivas para la crisis revolucionaria. Como sentencia Marx en el *Tomo I*: *"El capital viene al mundo chorreando sangre y lodo por todos los poros"* (Cap. XXVI), y esta ley no hace más que confirmar su carácter depredador. Corresponde al proletariado, guiado por la teoría marxista-leninista y armado con las leyes científicas de *El Capital*, convertir esta crisis en la transición hacia un sistema *postcapitalista*, basado en una *planificación económica centralizada y computarizada* que priorice el bienestar colectivo y la emancipación humana.