*La reciente aprobación del reglamento de la Ley 31749 representa una victoria significativa para los pescadores artesanales* _28/02/25_ Tras casi dos años de incertidumbre y lucha. Este reglamento, publicado por el Ministerio de la Producción (Produce) el 27 de febrero, refuerza la protección de las primeras cinco millas marítimas y distingue con mayor claridad las categorías de pesca, asegurando así los derechos de los trabajadores del mar frente a *la depredación capitalista* y el avance de la pesca industrial sobre espacios esenciales para la reproducción de los recursos hidrobiológicos. Como señala Marx, *"el capital viene al mundo chorreando sangre y lodo por todos los poros, desde los pies a la cabeza"* (*El capital*, Tomo I, Cap. 31), una metáfora que encarna la violencia extractiva del modelo industrial sobre los bienes comunes. *Esta lucha no es aislada: según el Instituto del Mar del Perú (Imarpe), entre 2010 y 2022, la flota industrial extrajo el 92% de la biomasa de anchoveta, destinada principalmente a la producción de harina de pescado para exportación, mientras que la pesca artesanal —que emplea a más de 80,000 familias según la FAO (2022)— quedó relegada a zonas cada vez más reducidas*. *Un reglamento ganado en los tribunales* La demora en la reglamentación de la Ley Nº 31749 [...] reflejó la resistencia burocrática ante una demanda legítima de los pescadores. La falta de voluntad política para implementar la norma obligó a los gremios a recurrir al Poder Judicial, evidenciando que *"el Estado moderno no es más que una junta que administra los negocios comunes de toda la clase burguesa"* (Marx y Engels, *Manifiesto Comunista*). Sin embargo, el fallo histórico a favor de Henry Palma demuestra que, incluso en el marco del *Estado burgués*, la lucha organizada puede arrancar concesiones, pues como advierte Marx: *"entre derechos iguales, decide la fuerza"* (*El capital*, Tomo I, Cap. 10). *Este caso no es el primero: en 2014, la Corte Suprema peruana falló a favor de los pescadores de Chimbote contra la contaminación de la empresa pesquera Austral Group, sentando un precedente clave para la defensa de los ecosistemas marinos*. *Diferencias clave en la pesca: una cuestión de clase* La actualización de la clasificación de embarcaciones no es solo técnica, sino política. La distinción entre pesca artesanal, menor escala e industrial revela *la contradicción entre trabajo y capital*: *"La maquinaria no actúa como rival del obrero, sino como poder hostil a él"* (*El capital*, Tomo I, Cap. 15), explica Marx al analizar cómo la mecanización despoja al trabajador de su autonomía. Esto se refleja en la pesca "de menor escala", donde el trabajo manual deja de ser predominante, fracturando la relación orgánica entre el pescador y su medio de vida. *Según el Censo Pesquero Artesanal 2020, el 70% de las 45,000 embarcaciones artesanales en Perú operan sin tecnología avanzada, generando el 40% del consumo humano directo de pescado, frente al 5% que aporta la industria. Sin embargo, esta última controla el 85% de las cuotas de captura, según Produce*. *Protección de las primeras cinco millas marinas: un avance en la regulación, pero insuficiente* Aunque el reglamento prohíbe técnicas destructivas en las cinco millas, su efectividad dependerá de la fiscalización estatal, históricamente capturada por intereses capitalistas. Marx alertaba sobre esto: *"el capital tiende a destruir sus dos fuentes de riqueza: la naturaleza y el trabajador"* (*El capital*, Tomo I, Cap. 25). La sobreexplotación de la anchoveta, denunciada por Edwin Rrupailla, es un ejemplo de cómo *la acumulación capitalista* sacrifica la reproducción ecológica y social en aras de la ganancia. *Entre 2000 y 2023, la biomasa de anchoveta en el mar peruano se redujo en un 60%, según Imarpe, mientras que las capturas industriales aumentaron un 25% en el mismo periodo. Este modelo recuerda al colapso de la sardina en California en los años 40, donde la sobrepesca industrial acabó con una industria que empleaba a 130,000 trabajadores*. *Control, permisos y fiscalización: ¿quién vigila a quién?* La prórroga hasta 2026 para implementar el Sisesat expone la connivencia entre Estado y capital. Como señala Piero Rojas, esto prioriza la rentabilidad empresarial sobre la sostenibilidad, confirmando que *"la producción capitalista sólo desarrolla la técnica [...] socavando al mismo tiempo las dos fuentes originales de toda riqueza: la tierra y el trabajador"* (*El capital*, Tomo I, Cap. 15). La dilación burocrática no es ineptitud, sino expresión de la *ley del valor* que subordina las necesidades sociales al movimiento del capital. *Un informe de la ONG Oceana (2023) revela que, entre 2018 y 2022, el 67% de las multas a embarcaciones industriales por pesca ilegal en Perú quedaron impagas, gracias a vacíos legales y presiones de gremios empresariales como la Sociedad Nacional de Pesquería*. *La falta de infraestructura de transporte y su impacto en la clase obrera y campesina* La ausencia de inversión estatal en transporte refleja la *irracionalidad del capitalismo*: *"En la producción capitalista no se trata tanto de mejorar las condiciones del pueblo como de producir plusvalía"* (*Teorías de la plusvalía*, Cap. 17). La seguridad alimentaria queda supeditada a los intermediarios, quienes, como parásitos del sistema, *"viven de los frutos del trabajo ajeno"* (*El capital*, Tomo III, Cap. 23). *Según el Banco Mundial (2021), Perú invierte solo el 1.2% de su PIB en infraestructura de transporte, frente al 3.5% de Chile. Esto explica que el 30% del pescado artesanal se pierda por falta de refrigeración y vías de acceso, mientras el precio del kilo de bonito en mercados populares de Lima aumenta hasta un 200% respecto a su valor en el muelle, según la Asociación de Consumidores (2023)*. *Recuperar el mar de Grau: una tarea impostergable* La propuesta de gestión soberana bajo control estatal y pesquero artesanal apunta a una *transición socialista*, donde *"los productores asociados regulen racionalmente su intercambio con la naturaleza"* (*El capital*, Tomo III, Cap. 48). Solo así se superará la lógica depredadora del capital, que convierte el mar en *"un simple objeto de saqueo"* (*El capital*, Tomo I, Cap. 14). *Experiencias históricas como la nacionalización de la pesca en Islandia en 1975, que redistribuyó cuotas a comunidades costeras, redujeron la desigualdad y aumentaron la sostenibilidad: hoy, el país captura el 1.5% de su biomasa marina anual, frente al 8% que extrae Perú, según datos de la FAO*. *Una batalla ganada, pero la lucha continúa* El reglamento es una conquista parcial en la *lucha de clases*, pero como advierte Marx: *"la emancipación de la clase obrera debe ser obra de la clase obrera misma"* (*Estatutos de la Asociación Internacional de Trabajadores*). La vigilancia desde abajo es vital, pues *"el Estado no es el árbitro, sino el instrumento de la clase dominante"* (Engels, *El origen de la familia...*), y bajo el capitalismo, seguirá protegiendo a quienes *"convirtieron el derecho de pesca en un monopolio de la clase capitalista"* (*Teorías de la plusvalía*, Cap. 12). **El reto es enorme: en 2023, solo el 15% de los pescadores artesanales estaban organizados en sindicatos, según la Central Unitaria de Trabajadores. Sin embargo, la experiencia de la Huelga Pesquera de 2016, que paralizó el 70% de los puertos artesanales y logró la rebaja de impuestos a combustibles, demuestra que la unidad es posible*.