*Hoy en bocadillos para el Alma:* *La Puerta del Corazón* “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.” (Apocalipsis 3:20) Imagina a Jesús de pie frente a la puerta de tu vida, esperando pacientemente. No irrumpe, no impone Su presencia, sino que llama con amor. Este pasaje nos recuerda que Dios respeta nuestra libertad de elección, pero también revela Su profundo anhelo de comunión con nosotros. El contexto de este versículo es la carta a la iglesia de Laodicea, una comunidad espiritualmente tibia que pensaba no necesitar nada, pero en realidad estaba ciega y desnuda ante Dios (Apocalipsis 3:17). La imagen de Jesús llamando a la puerta es una invitación a reconocer nuestra necesidad de Él. No basta con saber que Dios existe; debemos dejarlo entrar y transformar nuestra vida. Abrir la puerta significa rendir nuestra voluntad, permitir que Su Palabra nos guíe y aceptar Su corrección con humildad. Jesús no solo entra como huésped, sino como Señor, trayendo restauración, propósito y vida eterna. Hoy, Jesús sigue llamando. La decisión es personal. ¿Le abrirás la puerta? *Feliz día junto al Señor y recuerda que tú vales mucho para Dios.* *✍🏻 Manu*