Camino a Jesucristo
Camino a Jesucristo
February 18, 2025 at 09:08 AM
*Hoy en bocadillos para el Alma:* *Cuando la Tormenta no se Calma* “¿Por qué tienen miedo? ¿Aún no tienen fe?” – Marcos 4:40 ¿Qué haces cuando clamas a Dios en medio de la tormenta y parece que no responde? Hay momentos en los que esperamos que Jesús calme el viento y las olas de inmediato, pero la tempestad sigue rugiendo. ¿Significa eso que nos ha abandonado? Los discípulos enfrentaron una situación así. Iban en una barca con Jesús cuando una fuerte tormenta se desató. Las olas azotaban la embarcación y ellos, desesperados, despertaron a Jesús, quien dormía tranquilamente. “¡Maestro! ¿No te importa que perezcamos?” clamaron. Jesús se levantó, reprendió al viento y al mar, y todo se calmó. Luego, miró a sus discípulos y les hizo una pregunta que también nos confronta hoy: “¿Por qué tienen miedo? ¿Aún no tienen fe?”. Es fácil confiar en Dios cuando todo está en calma, pero la verdadera fe se prueba en medio de la tormenta. Lo más impactante de este relato no es solo que Jesús tenga el poder de calmar el mar, sino que estuvo con ellos en la barca todo el tiempo. *Mi Testimonio: Aprendiendo a Confiar en la Tormenta* Yo también he vivido tormentas en mi vida. Cuando fui diagnosticado con escoliosis, estenosis de columna y otros problemas de salud, me sentí como esos discípulos en la barca. Clamé a Dios esperando una sanidad instantánea, pero el dolor continuó. Al principio, me preguntaba si Dios estaba en silencio, si quizás se había “dormido” en mi barca. Pero con el tiempo, entendí que Su presencia nunca me había dejado. Aunque no calmó la tormenta de inmediato, me enseñó a confiar en Él en medio de ella. Jesús no prometió que no habría tormentas, pero sí prometió estar con nosotros. Pablo también experimentó esto cuando pidió tres veces que Dios le quitara su “aguijón en la carne” y la respuesta fue: “Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad” (2 Corintios 12:9). Si hoy sientes que tu barca se hunde, recuerda que Jesús está contigo. Puede que no calme la tormenta al instante, pero Su presencia es suficiente para sostenerte. En lugar de enfocarte en el viento y las olas, fija tu mirada en Él. Porque el mayor milagro no siempre es que la tormenta se detenga, sino que aprendas a confiar en Dios mientras sigue soplando el viento. *Feliz día junto al Señor y recuerda que tú vales mucho para Dios.* *✍🏻 Manu*

Comments