*Hoy en bocadillos para el Alma:* *Cristo en medio del dolor: Nuestra esperanza inquebrantable* "Pero tenemos este tesoro en vasijas de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros. Estamos atribulados en todo, pero no angustiados; en apuros, pero no desesperados; perseguidos, pero no desamparados; derribados, pero no destruidos." (2 Corintios 4:7-9) La vida cristiana no está exenta de dolor, limitaciones o preguntas sin respuesta. Sin embargo, en medio de nuestras fragilidades, Jesucristo se revela como nuestra fortaleza y esperanza. Él no promete que el camino será fácil, pero sí que estará con nosotros en cada paso, transformando nuestras debilidades en testimonio de Su poder. Somos como vasijas de barro: frágiles, quebradizas y limitadas. Pero es precisamente en nuestra fragilidad donde la gloria de Dios resplandece con mayor claridad. Cuando el mundo ve que, a pesar del dolor, seguimos firmes en la fe, es Cristo quien recibe toda la gloria. Él es el que sostiene, renueva y da propósito a cada batalla que enfrentamos. Permíteme compartir un poco de mi historia. Vivo con escoliosis, estenosis de columna, una prótesis de cadera y una pelvis basculada. Estas condiciones me causan molestias constantes y limitaciones en mi día a día. No siempre es fácil levantarme cada mañana, enfrentar el dolor o adaptarme a las restricciones que mi cuerpo me impone. Pero en medio de todo esto, he experimentado la fidelidad de Dios de una manera profunda. Jesucristo no ha eliminado mi dolor, pero me ha dado la gracia para sobrellevarlo. Él me ha enseñado que mi valor no está en lo que mi cuerpo puede o no puede hacer, sino en quién soy en Él: un hijo amado, redimido y sostenido por Su poder. Cada día, aprendo a depender más de Su fuerza y a confiar en que Él tiene un propósito incluso en esto. Mi debilidad se ha convertido en un recordatorio constante de que Su poder se perfecciona en mí. Si hoy estás enfrentando una batalla física, emocional o espiritual, recuerda que Jesucristo es tu esperanza inquebrantable. Él no te ha abandonado. Tu dolor no es un signo de Su ausencia, sino una oportunidad para experimentar Su presencia de manera más profunda. Permite que Cristo sea el centro de tu historia. Él puede usar tu fragilidad para mostrar Su gloria y para animar a otros que enfrentan luchas similares. No estás solo en este camino. *Versículo para meditar:* *"Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte."* (2 Corintios 12:10) *Feliz día junto al Señor y recuerda que tú vales mucho para Dios.* *✍️ Manu*