*Hoy en bocadillos para el Alma:* *El Cristo de las Escrituras* “Entonces les dijo: ‘¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho! ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas y que entrara en su gloria?’ Y comenzando desde Moisés y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de Él decían.” (Lucas 24:25-27) *El Cristo de la Biblia, no el de la tradición* En los días de Jesús, muchos esperaban un Mesías que encajara en sus ideas preconcebidas. Lo veían como un libertador político, un rey poderoso que derrocaría a los romanos y restauraría el reino terrenal de Israel. Pero cuando Jesús vino en humildad, predicando arrepentimiento y el reino de Dios, lo rechazaron. Hoy sucede algo similar. Muchas religiones han construido un Cristo a su medida: • Un Jesús que solo promete prosperidad y éxito. • Un Jesús permisivo que no llama al arrepentimiento. • Un Jesús distante, más una tradición que una Persona viva. Sin embargo, cuando abrimos las Escrituras, encontramos a un Cristo muy diferente: el Jesús que nació en un pesebre, que caminó entre los humildes, que confrontó el pecado con amor pero sin tolerancia, que llamó a sus seguidores a tomar su cruz y seguirle. El Jesús de la Biblia es el que necesitamos Jesús mismo les enseñó a los discípulos en el camino a Emaús que la única forma de conocerlo realmente es a través de las Escrituras. Desde Génesis hasta Apocalipsis, la Biblia testifica de Él. No es un Cristo moldeado por doctrinas humanas, sino el Hijo de Dios que vino a salvarnos. Él es: • El Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Juan 1:29). • El Camino, la Verdad y la Vida, el único acceso al Padre (Juan 14:6). • El Señor de señores, que vendrá en gloria para restaurar todas las cosas (Apocalipsis 19:16). ¿Estamos siguiendo al Cristo verdadero? Si queremos conocer al verdadero Jesús, debemos buscarlo donde Él se ha revelado: en la Biblia. No en las tradiciones humanas, no en interpretaciones convenientes, sino en Su Palabra viva. Hoy es un buen momento para preguntarnos: • ¿Estoy siguiendo a Jesús como lo presenta la Biblia o como me lo han enseñado los hombres? • ¿Lo estoy buscando en Su Palabra o solo en lo que dicen otros sobre Él? • ¿Es mi fe un reflejo del Cristo vivo o una versión diluida y cómoda de Él? Conclusión Jesús sigue llamando a Su pueblo a conocerlo verdaderamente. Su invitación sigue en pie: “Escudriñad las Escrituras, porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí.” (Juan 5:39) El Cristo de las Escrituras es el único que salva, transforma y da vida eterna. No nos conformemos con menos. *Feliz día junto al Señor y recuerda que tú vales mucho para Dios* *✍️ Manu*