9 de febrero JESÚS EL REY Escritura de hoy: "Y el que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí. El que halle su vida, la perderá, y el que pierda su vida por causa de mí, la hallará" (Mateo 10,38-39). ¡Fuego diario! Soy un hijo del reino, porque sigo los pasos de mi Rey, el Señor Jesucristo. Mira en Mi Palabra-pide el Señor-: Zacarías 9,9; Mateo 4,19; 10,38–39; 16,24; 21,5; Lucas 21,27; Apocalipsis 21,1–8 La Biblia en un año: A la Mañana: Génesis 42; Marcos 12 A la Tarde: Job 8; Eclesiástico 15; Romanos 12 JESÚS EL REY ¿Qué hará Jesús cuando regrese? Podemos discernir eso por Su primera venida, que alteró el destino de las naciones. Su segunda venida hará todo eso y más. Él es el Príncipe de la Paz. La primera vez, vivió en una escondida ciudad del medio oriente, nunca escribió un libro y murió aparentemente como víctima de una intriga política, pero nadie ha afectado al mundo como él lo ha hecho. Su próxima aparición no será como un humilde bebé en un pesebre. Él afirmó que Su regreso sería con "poder y gran gloria" (Lucas 21,27). Sacudirá y remodelará el mundo. “Y oí una gran voz del cielo que decía: "He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él habitará con ellos, y ellos serán su pueblo. Dios mismo estará con ellos y será su Dios. Y Dios enjugará toda lágrima de sus ojos; No habrá más muerte, ni dolor, ni llanto. No habrá más dolor, porque las primeras cosas pasaron". Entonces el que estaba sentado en el trono dijo: "He aquí que yo hago nuevas todas las cosas". (Apocalipsis 21,3-5) CONOCER A JESUCRISTO COMO NUESTRO REY hace que nuestras vidas sean muy diferentes. Ser un seguidor suyo, su discípulo, no significa que de repente nos convirtamos en superpersonas, elevadas muy por encima de las filas de los hombres ordinarios. Más bien, ser Su seguidor significa que nos convertimos en pescadores de hombres, nos negamos a nosotros mismos y tomamos nuestra cruz para seguirlo. (Véanse Mateo 4,19; 16,24.) Cualquiera que sea la forma que tome el mundo —el ascenso y la caída de imperios, "guerras y rumores de guerras" (Mateo 24,6), la tecnología y el progreso sociológico— vos y yo tenemos esta gran seguridad: Nuestro Rey, el Señor Jesucristo, no solo vive en nuestros corazones hoy, sino que Su reino es un reino eterno. Esa es una verdad tremenda, fuera de serie, ¿no es así? “En su manto y sobre el muslo lleva escrito este nombre: Rey de reyes y Señor de señores.. (Apocalipsis 19,16).