18 de febrero TODOS NECESITAMOS MILAGROS Escritura de hoy "Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados" (Romanos 8,28). ¡Fuego diario! Sé que pueden surgir problemas, incluso cuando estoy haciendo la voluntad de Dios, pero confío en Él para que las cosas obren juntas para Su gloria y mi bien. Fíjate en Mi Palabra, subráyala, pide el Señor: Job 5,7; Salmos 91,14–16; Marcos 6,47–48; Romanos 8,28 La Biblia en un año: A la Mañana: Éxodo 1; Lucas 4 Por la Tarde: Job 18; Eclesiástico 24; 1 Corintios 5 TODOS NECESITAMOS MILAGROS Las dificultades no siempre indican que estamos haciendo la voluntad de Dios. A veces nos muestran que estamos haciendo nuestra propia voluntad. Nos encontramos con problemas. De hecho, "el hombre ha nacido para la angustia, como las chispas vuelan hacia arriba" (Job 5,7). Esto es natural en nuestro mundo caído. Además, hay un diablo. Ya sea que una situación sea nuestra culpa o no, todos necesitamos un milagro en un momento u otro. A todos nos surgen dificultades, tal vez en la salud, la ocupación, el matrimonio, la familia o alguna otra área de nuestra vida. Algunas personas encuentran sus pecados y fracasos resonando detrás de ellos, ¡como los esqueletos que salen del armario! Al igual que los discípulos en su barca, podemos sentarnos en medio de olas de preocupación, conjurando espectros inquietantes. ¡La aparición repentina de Jesús también era parte de los temores de los discípulos! Necesitaban un milagro, ¡y nada menos serviría! Dios quiere que Sus hijos vivan dentro de las pautas de Su Libro, y entonces nunca necesitaríamos milagros para ayudarnos a salir de nuestros problemas. Pero, debido a que nuestra naturaleza humana está tan plagada de pecado, nuestro propio orgullo obstinado es tan prevalente y nuestro enemigo está haciendo todo lo posible para sabotearnos, nuestra necesidad de intervención sobrenatural es fuerte. Y debido a que Cristo vino a redimirnos, lo cual incluye el acceso a Su poder divino, ¡tenemos derecho a los milagros! “Porque ha puesto su amor en Mí, por tanto, yo lo libraré; Lo pondré en alto, porque ha conocido mi nombre. Él me invocará, y yo le responderé; Estaré con él en la tribulación; Lo libraré y lo honraré. Con larga vida lo satisfaré, y le mostraré mi salvación. (Salmos 91,14-16) Gracias a Dios que Él no quiso que viviéramos nuestras vidas sin milagros. Su plan original era que, incluso después de haber hecho lo mejor que pudieras, seguirías dependiendo de Él para satisfacer tus necesidades.