19 de febrero -ANHELO DE DIOS Escritura de hoy: "El necio ha dicho en su corazón: 'No hay Dios'... ¡Oh, que la salvación de Israel saliera de Sion! Cuando el Señor haga volver la cautividad de su pueblo" (Salmo 14,1, 7). ¡Fuego diario! Soy parte del ejército de Dios que edifica la iglesia y puebla el reino. Nuestro lema es: ¡el cielo lleno, el infierno vacío! Marca Mi Palabra, te pide el Señor: Salmos 2,1–12; 10,1–18; 14,1–7; 68,1; Mateo 16,18 La Biblia en un año: A la Mañana: Éxodo 2; Lucas 5 A la Tarde: Job 19; Eclesiástico 25; 1 Corintios 6 ANHELO DE DIOS Desde el comienzo de la existencia humana, ha habido un anhelo natural de que Dios se manifieste en una realidad sin sombras. El clamor universal es para que Dios convenza al mundo de que Él es Dios. “¿Por qué se enfurecen las naciones, y los pueblos traman cosas vanas? Los reyes de la tierra se levantan, y los príncipes se reúnen en consejo... El que está sentado en los cielos se reirá; el Señor se burlará de ellos. Entonces les hablará en su ira, y los angustiará en su profundo desagrado... Ahora, pues, sean sabios, oh reyes; Sean instruidos, jueces de la tierra. Sirvan al Señor con temor, y regocíjense con temblor. Besa al Hijo, no sea que se enoje, y perezcas en el camino, cuando su ira se enciende un poco. Bienaventurados todos los que ponen su confianza en Él. (Salmo 2,1–2. 4–5.10–12.) Incluso los impíos exigen pruebas contundentes de Dios, y se burlan: "Él no es aparente". El hombre malvado se dice a sí mismo: "Dios se ha olvidado; Él esconde Su rostro; Él no verá jamás" (Salmo 10,11). Una situación similar inquietó al mismo salmista, quien preguntó: "¿Por qué te alejas, oh Señor? ¿Por qué te escondes en tiempos de angustia?" (Salmos 10,1). De hecho, el deseo de que Dios se pruebe a sí mismo está implícito en muchos salmos, y la súplica frecuente es: "Levántate Dios, sean dispersados tus enemigos" (Salmo 68,1). Las formas en que se esperaba que Dios se revelara estaban estrechamente vinculadas a la cultura y al punto de vista de la época. Israel, una nación pequeña y asediada, visualizaba a Dios como un poderoso guerrero que venía a defender su causa. Incluso en los tiempos cristianos, los pensamientos de cómo Dios podría asombrar al mundo han variado considerablemente. Así también tienen ideas sobre lo que los cristianos deben hacer para lograrlo. La renovación ha llegado a la iglesia en estos últimos 58 años, con una corriente de gracia que ha derivado en muchas vertientes y canales. Sin embargo, Dios no estuvo simplemente inactivo durante mil setecientos años, hasta que llegaron los carismáticos. Jesús dijo: "Edificaré mi iglesia" (Mateo 16,18), y a pesar de todo lo que ha sucedido desde que hizo esa declaración, ha continuado haciendo eso de manera constante. ¡Sé la iglesia de Cristo hoy!