INFO.GOX.ORTHODOXY *EL MÁRTIR TRIFÓN*       El mártir Trifón nació en una de las regiones de Asia Menor, Frigia, no lejos de la ciudad de Apameia, en el pueblo de Kampsada. Desde muy joven, el Señor le concedió el poder de expulsar demonios y curar diversas enfermedades. En una ocasión, salvó de la hambruna a los habitantes de su ciudad natal: San Trifón, con el poder de su oración, hizo retroceder una plaga de langostas que devoraban el grano y devastaban los campos. San Trifón adquirió especial fama por expulsar un demonio de la hija del emperador romano Gordiano (238-244). Socorrió a todos los que estaban en apuros, pidiendo una sola cosa: la fe en Jesucristo, por cuya gracia los curó.       Cuando el emperador Decio (249-251) subió al trono imperial, hubo una feroz persecución contra los cristianos. Se hizo una denuncia ante el comandante Akelinos de que San Trifón predicaba con valentía la fe en Cristo y que conducía a muchos al bautismo. El santo fue arrestado y sometido a interrogatorio, durante el cual confesó sin temor su fe. Lo sometieron a duras torturas: lo golpearon con palos, le laceraron el cuerpo con ganchos de hierro, le quemaron las heridas con fuego y lo llevaron por la ciudad, habiéndole clavado clavos de hierro en los pies. San Trifón soportó valientemente todos los tormentos, sin emitir un solo gemido. Finalmente, fue condenado a ser decapitado a espada. El santo mártir oró antes de la ejecución, agradeciendo a Dios por haberlo fortalecido en sus sufrimientos, y suplicó al Señor en particular que bendijera a quienes invocaran su nombre en busca de ayuda. Justo cuando los soldados suspendieron la espada sobre la cabeza del santo mártir, él puso su alma en manos de Dios. Este hecho ocurrió en la ciudad de Nicea en el año 250. Los cristianos envolvieron el cuerpo del santo mártir en un sudario limpio y quisieron enterrarlo en la ciudad de Nicea, donde sufrió, pero San Trifón en una visión les ordenó que llevaran su cuerpo a su tierra natal, al pueblo de Kampsada. Así se hizo.