*¿QUÉ SE QUEMA ESTA SEMANA?* Nos parece totalmente lamentable la situación en la que la empresa que ha realizado la instalación de la línea DKD la ha entregado a EBRO. Sin embargo, lo más preocupante no es solo cómo ha quedado la línea, sino por qué EBRO ha aceptado hacerse cargo de ella, sin estar resueltas todas las deficiencias y sin disponer de las herramientas suficientes para ejecutar su mantenimiento. El pasado martes ocurrió un incidente que podría haber tenido consecuencias graves para las personas. No es la primera vez que sucede, y en todos los casos, se debe a fallos que, con un mantenimiento preventivo adecuado y una instalación en orden, se podrían haber evitado. Desde la CGT exigimos información completa sobre la instalación, como la documentación, los manuales de funcionamiento y mantenimiento, así como los requerimientos de mantenimiento preventivo. Mientras tanto, la Dirección de esta empresa mantiene bloqueada la contratación de personal de mantenimiento que, entre otras funciones, debería llevar a cabo estas tareas. ¿A qué estamos esperando? Estos errores son una negligencia directa de la más alta dirección. No hay excusas. Por otro lado, tenemos claro que no deberíamos malgastar energías en conflictos sindicales cuando, al menos para nosotros, está claro que los conflictos deben ser con la Dirección. No obstante, queremos dejar constancia de algunos puntos que no compartimos con aquellos que sienten tocado su orgullo. Que representantes de los/as trabajadores/as confundan la potestad de ejercer un derecho con su aplicación arbitraria, autoritaria, partidista y sin transparencia, es grave. Que la Dirección tenga derecho a determinadas decisiones no significa que pueda hacer un uso fraudulento de ellas. *Esta forma de proceder era propia de la ideología de los sindicatos verticales (donde estaban obreros y patrones), pero este sindicalismo se erradicó en 1977*, por lo que cualquier similitud con la realidad es pura coincidencia. Está claro que hay partes a las que les interesa que sea “la empresa” quien asuma ciertos derechos, como el de movilidad funcional, de manera unilateral. Sin embargo, por mucho que la empresa tenga esa potestad, esos movimientos deben realizarse, entre otros criterios, en función de la formación y la experiencia de las personas trabajadoras. Desde la CGT vamos a mantener nuestro esfuerzo en la mejora de las condiciones laborales, sociales y de seguridad de quienes trabajamos en EBRO. Seguiremos criticando las políticas injustas que aplica la Dirección de la empresa (ya nos hubiese gustado leer, en alguna ocasión, alguna crítica de los “ofendidos” hacia la Dirección) y continuaremos al lado de quienes defiendan los derechos, mientras lo hagan. Lo que tenemos claro es que no nos vamos a resguardar bajo el paraguas del Comité de Empresa frente a un conflicto, ni vamos a ser –como nunca lo hemos sido– voceros de la Dirección cuando las negociaciones sean complicadas.