🇪🇸 "Varón y hembra los creó; y los bendijo, y llamó el nombre de ellos Adán, el día en que fueron creados." Génesis 5:2 Como cristianos, nuestro punto de partida para entender la sexualidad humana es la Escritura. Sabemos por el relato de la creación en Génesis 1 que Dios crea "Ilamando" con su palabra ("Sea..."). También sabemos que su creación y ordenación del mundo implicó una serie de "separaciones". Estas separaciones incluyen el cielo y la tierra, la luz y la oscuridad, el día y la noche, la mañana y la tarde, las nubes y los mares, y el agua y la tierra seca. Siguiendo este patrón de separación, el relato de la creación establece una separación distinta para las plantas y las estaciones, seguidas de todo tipo de criaturas vivientes que se encuentran en los mares, en la tierra y en el aire. Finalmente, en Génesis 1:26, vemos el pináculo de la creación de Dios: la humanidad, llamada a existencia. Los seres humanos son creados separados de los animales. Pero también se nos dice que hay una separación de la humanidad en dos sexos, masculino y femenino, totalmente complementarios, pero cada sexo único y misteriosamente portador de la imagen de Dios, la imago Dei. Los seres humanos llevan la imagen y semejanza de Dios como varón y mujer. Y es de esta manera, como hombres y mujeres, que la humanidad está llamada a hacer visible al Dios Creador invisible en este planeta. Es a partir de la diversidad y la separación distintiva del varón y la mujer que los seres humanos estamos llamados no sólo a reflejar la imagen y semejanza de Dios, sino también a representar a Dios en la administración de su buena y maravillosa creación (Génesis 1:28-29). El hombre y la mujer también reflejan a Dios cuando se unen en el matrimonio y forman "una sola carne". Esta unión en una sola carne es única, en el sentido de que la unión sexual engendra una nueva vida que, de alguna manera, también se parecerá a Dios y será portadora de la imago Dei. Al ser fructíferos, multiplicándonos y llenando la tierra, difundimos la imagen de Dios por todo el mundo (Génesis 1:28). Como fue desde el principio, así es hasta el día de hoy. -JEFF JOHNSTON (Enfoque en la Familia)