🇪🇸 Y dijo Jehová: No contenderá siempre mi espíritu con el hombre, porque también él es carne; mas sus días serán ciento veinte años. Génesis 6:3 "De este pasaje aprendemos que el Señor por su Espíritu lucha con el hombre hasta cierto punto. En esta pequeña frase negativa fluye la luz brillante de la misericordia gratuita y tierna de Dios hacia la raza apóstata del hombre. Él envía su Espíritu para irradiar la mente oscurecida, para expostular con la conciencia, para impulsar y fortalecer la santa resolución, y para traer de vuelta el corazón, la confianza, el afecto a Dios. Pero es un pensamiento solemne que con otros no se esforzará perpetuamente. Hay un cierto punto más allá del cual no irá, por razones suficientes conocidas totalmente por él mismo, en parte por nosotros. Dos de ellas debemos notar para nuestra instrucción: Primero, no tocará el libre albedrío de sus criaturas racionales. No puede forzar las voluntades de los hombres. Una fe, una esperanza, un amor, una obediencia involuntarios u obligatorios son una contradicción en los términos; y todo lo que pueda llevar ese nombre no puede tener validez moral alguna. En segundo lugar, después de advertir, instruir e invitar ampliamente, retirará su Espíritu y dejará en paz a los incrédulos e impenitentes, como un juicio justo sobre ellos. El mundo antediluviano se acercaba rápidamente a este punto de perversidad y abandono final. "Sus días" son los días del hombre, no del individuo, sino de la raza, con la que el Señor todavía lucha. Por lo tanto, se refieren a la duración, no de la vida de un individuo, sino de la existencia de la raza. No para siempre luchará el Señor con el hombre, sino que su longanimidad durará todavía ciento veinte años. Mientras tanto, no se deja a sí mismo ni a su clemencia sin testigo. Envió a Noé con el mensaje de advertencia, que predicó con su voz, con su caminar con Dios y también con su larga labor y perseverancia en la construcción del arca. La raza condenada, sin embargo, llenó la medida de su iniquidad, y cuando se cumplió el número establecido de años, vino el diluvio abrumador."- Notas de Barnes sobre la Biblia