🇪🇸 "Los seres humanos no admiten fácilmente la desesperación. Cuando lo hacen, el reino de los cielos se acerca" -Philip Yancey "Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos." Mateo 5:3 Es notable que Jesús comenzara su ministerio de esta manera, tan diferente a todos los demás. Otros maestros habían enseñado que la felicidad se encontraba en el honor, las riquezas, el esplendor o el placer sensual. Jesús pasó por alto todas esas cosas y fijó su mirada en los pobres y los humildes, y dijo que la felicidad se encontraba en el humilde valle de la pobreza más que en la pompa y el esplendor de la vida. Un estado de pobreza, un estado en el que la gente nos desprecia o no nos honra, es un estado en el que la gente está más dispuesta a buscar el consuelo de Dios y un hogar en los cielos más adelante" - de Barnes'Notes on the Bible. "Los pobres de espíritu no sólo tendrán -ya tienen- el reino. El mismo sentido de su pobreza es riqueza comenzada. Mientras que otros "andan en un espectáculo vano"-"en una sombra", "una imagen"-en un mundo irreal, teniendo una visión falsa de sí mismos y de todo lo que les rodea-los pobres en espíritu son ricos en el conocimiento de su caso real. Al tener el valor de mirar esto a la cara y reconocerlo sin engaño, se sienten fuertes en la seguridad de que "para los rectos surge la luz en las tinieblas" (Sal 112:4); y pronto brota como la mañana. Dios no quiere nada de nosotros como precio de sus dones salvíficos; no tenemos más que sentir nuestra indigencia universal y confiar en su compasión. Así, los pobres de espíritu son enriquecidos con la plenitud de Cristo, que es el reino en sustancia; y cuando Él les diga desde su gran trono blanco: "Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros", los invitará simplemente al pleno disfrute de una herencia ya poseída.- Comentario bíblico Jamieson-Fausset-Brown