El presbiprotestante
El presbiprotestante
February 16, 2025 at 08:33 PM
*El Rol de la Mujer en la Iglesia conforme a la doctrina Bíblica Reformada.* En el debate sobre el rol de la mujer en la iglesia, la posición reformada sostiene que el ministerio de la enseñanza y la predicación está reservado para los hombres. Esta convicción no surge de la tradición humana, de preferencias culturales, sino de la autoridad de la Escritura (nuestra regla de Fe y práctica). Uno de los textos más claros sobre este tema es 1 Timoteo 2:12-14, donde el apóstol Pablo, bajo inspiración del Espíritu Santo, establece una norma permanente para la iglesia. "Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio. Porque Adán fue formado primero, después Eva; y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión." 1 Timoteo 2:12-14. 1. La Prohibición: “No permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre” El verbo "permito" indica un imperativo osea una orden apostólica, no una sugerencia, ni una restricción defendiendo la cultura o el número de miembros. Pablo no dice "por ahora" no permito a la mujer enseñar, ni tampoco "en Éfeso" no permito enseñar (donde Timoteo pastoreaba), sino que establece un principio universal. El problema no es que las mujeres no puedan enseñar, o qué algunas no tengan la capacidad de hacerlo en ningún contexto, sino que no pueden hacerlo sobre los hombres en la congregación, Pablo dice que las mujeres más grandes enseñen a las más jóvenes. En la Escritura, enseñar y ejercer autoridad están ligados al oficio de los ancianos. (Tito 1:5-9). La enseñanza en la iglesia no es meramente compartir conocimientos, sino que se hace con la autoridad de Dios por medio de su palabra. 2. La Razón: “Porque Adán fue formado primero, después Eva” El argumento de Pablo no es cultural ni circunstancial, sino teológico, y apela a la misma escritura (se va al Génesis). Se basa en el orden de la creación (Gén. 2:7, 18-22). Dios creó primero a Adán y luego a Eva como su ayuda idónea. Esta prioridad en la creación refleja una estructura de autoridad establecida por Dios aún antes de la caída. 3. El Engaño y la Caída: “Y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión” Pablo no dice que las mujeres son más propensas al engaño que los hombres en general. La mayoría de iglesias que han permitido que las mujeres enseñen y posteriormente ejerzan pastorado, han caído. El punto de Pablo es que en la primera transgresión, el orden de Dios fue invertido: Eva tomó la iniciativa, escuchó a la serpiente y cayó en el engaño, mientras que Adán, en lugar de ejercer su liderazgo, la siguió pasivamente (Gén. 3:1-6). Este episodio demuestra lo que ocurre cuando se altera el diseño de Dios: el desastre espiritual. Pablo usa este evento para fundamentar la prohibición de la autoridad de las hermanas en la iglesia, mostrando que cuando se desordena la estructura que Dios estableció, el resultado es peligroso. Si bien 1 Timoteo 2:12-14 es el pasaje central, hay otras Escrituras que confirman este principio: 1 Corintios 14:34-35: “Vuestras mujeres callen en las congregaciones… porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación.” Tito 1:5-9: Los ancianos deben ser “maridos de una sola mujer”, excluyendo a mujeres porque ellas no pueden ser maridos de una sola mujer. Respondiendo Objeciones 1. “Si no hay hombres, las mujeres pueden liderar.” No. Dios nunca nos llama a desobedecer su Palabra por conveniencia. En lugar de violar el principio bíblico, la iglesia debe orar y confiar en que Dios levantará hombres fieles (Fil. 4:19). 2. “Mientras no tengan el título de pastoras, pueden predicar y enseñar.” El problema no es el título, sino la función. La enseñanza con autoridad en la congregación es parte del ministerio pastoral, y la Escritura prohíbe que las mujeres lo ejerzan. (1 Tim. 2:12). 3. “Gálatas 3:28 dice que no hay varón ni mujer en Cristo.” Gálatas 3:28 habla de la igualdad en la salvación, no de la eliminación de los roles en la iglesia. Pablo mismo, quien escribió Gálatas, también escribió 1 Timoteo 2:12-14 y en sus cartas nos habla de los roles específicos para hombres y otros para mujeres. 4. “Las mujeres tienen dones y deben usarlos.” Dios ha dado dones a todos los creyentes, pero cada uno debe usarlos conforme a su llamado. Las mujeres pueden enseñar a otras mujeres (Tito 2:3-5), servir en la iglesia y ser de gran bendición sin necesidad de asumir el liderazgo de ancianos o funciones relacionadas. La verdadera fidelidad no consiste en adaptar la Biblia a nuestros tiempos, sino en someternos con gozo a la voluntad de Dios.
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