
La rueda de la historia📚
February 27, 2025 at 11:42 AM
Hace 139 años: el reparto de África
La Conferencia de Berlín, convocada por el canciller Otto von Bismarck entre el 15 de noviembre de 1884 y el 26 de febrero de 1885, marcó un hito en la historia del colonialismo europeo al establecer las bases jurídicas y políticas para el reparto sistemático de África. Las conclusiones del evento, plasmadas en el Acta General de Berlín, reflejaron los intereses geopolíticos y económicos de las potencias europeas —como Reino Unido, Francia, Alemania, Bélgica, Portugal e Italia—, con escasa o nula consideración por las realidades étnicas, culturales o soberanas de los pueblos africanos.
El principio central acordado fue el de *ocupación efectiva*, que obligaba a las potencias a demostrar control administrativo y presencia física en los territorios reclamados para validar sus posesiones. Este criterio, aunque teóricamente diseñado para evitar conflictos entre Estados europeos, aceleró la colonización al incentivar la ocupación militar y la firma de tratados desiguales con líderes locales. Además, se estableció la libre navegación en los ríos Níger y Congo, favoreciendo el comercio transnacional, y se reconoció la Asociación Internacional del Congo —controlada por Leopoldo II de Bélgica— como entidad soberana, sentando las bases para el posterior Estado Libre del Congo, un régimen de explotación brutal.
Las consecuencias inmediatas incluyeron la intensificación de la "lucha por África", con fronteras artificiales trazadas sin considerar identidades tribales o históricas, lo que generó conflictos endémicos que persisten hasta la actualidad. La conferencia consolidó el modelo extractivista, basado en la expropiación de recursos como caucho, marfil y minerales, acompañado de sistemas de trabajo forzado. A nivel diplomático, el evento reforzó la hegemonía europea bajo una apariencia de multilateralismo, aunque las tensiones entre potencias —como la rivalidad franco-británica en el Nilo— no se resolvieron, anticipando crisis futuras.
A largo plazo, el legado de la Conferencia de Berlín se manifiesta en la desestructuración de sociedades africanas, la imposición de Estados-nación disfuncionales tras las descolonizaciones del siglo XX, y la persistencia de desigualdades globales vinculadas al colonialismo. Su análisis crítico sigue siendo esencial para comprender las raíces del subdesarrollo en África y las dinámicas de poder que moldearon el orden internacional moderno.
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