*hacer un esfuerzo renovado* Las creencias bahá'í requieren que la gente asuma responsabilidad por el mal dentro de sí mismos y en el mundo. La enseñanza de que no hay fuente externa de maldad, ni satanás, significa que los seres humanos somos responsables de hacer el mundo como es y que los seres humanos son capaces de cambiarlo. Si estamos en un estado negativo, tenemos que darnos cuenta de que hemos permitido que las fuerzas inferiores de la naturaleza ganen dominio sobre la luz de Dios en nuestro propio carácter, y tenemos que hacer algo al respecto. No podemos culpar a un poder externo. Tenemos que examinarnos a nosotros mismos y percibir las fuerzas oscuras que pueden habernos afectado. Es posible que el carácter de una persona esté dominado por los prejuicios o la pasión, por la sospecha o el odio o, nuevamente, por la rectitud. Estas son condiciones negativas que indican un déficit espiritual. De vez en cuando un Bahá'í individuo pasará por un período muy difícil, convirtiéndose quieto o apático, y esto es algo contra lo que la persona tiene que luchar... a través de la oración sincera y la cuidadosa lectura diaria de los escritos. Algo similar puede pasarle a una comunidad. Hemos visto que las fuerzas oscuras mencionadas por Shoghi Effendi pueden arraigarse en patrones de pensamiento y comportamiento, que podríamos tender a incorporar en nuestras vidas cuando crezcamos en una sociedad que se ha alejado de Dios. Si, mientras nos ponemos a rendir cuentas cada día según lo prescrito por Bahá'u'lláh, encontramos algunas de estas condiciones dentro de nosotros, tenemos que hacer un esfuerzo renovado para conectarnos con las fuentes de fuerza espiritual que nos permitirán conquistar esas fuerzas, primero en nuestras propias almas, y luego en el mundo en general. ’ ~ Sr. Hooper C. Dunbar, Fuerzas de nuestro tiempo, página 85.