Aquellos que han perdido la medida… La advertencia de Allah es clara: La vida de este mundo es engañosa, y hasta Satanás puede engañar a la gente usando el nombre de Allah. Entonces, en esta época, ¿quiénes son los que han perdido la medida? Aquí están las verdades que yacen ante nuestros ojos… Aquellos que han perdido la medida… Aquellos que recurren al engaño en todos sus asuntos, Aquellos que carecen de juicio y sensatez, Aquellos que no dejan de alardear de sus supuestos favores, Aquellos que han olvidado la importancia de la balanza, Aquellos que claman por justicia, pero terminan siendo aplastados por ella. Comadrejas, zorros, buitres… Aquellos que dividen a la gente para saciarse a sí mismos, Aquellos que no dejan de saquear. Las arcas, las leyes, los huérfanos… Aquellos que ignoran los principios de la verdad y la justicia, Aquellos que sobrepasan todos los límites, Aquellos que no temen a Allah y no sienten vergüenza ante Sus criaturas. Aquellos que usan la religión como un instrumento de explotación, Aquellos que construyen un estado dentro del Estado, una nación dentro de la nación, Aquellos que destruyen el juego, aquellos que manipulan las reglas. ¡Habéis desajustado por completo la balanza! ¡Vuestra sed de sangre no tiene fin! ¡Habéis engañado a la gente! Habéis manipulado las leyes de Allah y la moral para vuestro propio beneficio. Sin embargo, si vuestro propósito hubiera sido realmente Allah y Su camino, habríais seguido una senda iluminada por la verdad. Pero habéis perdido la medida, habéis degradado el significado y elevado la materia. Exigisteis garantías, pero os alejasteis de las obras verdaderamente beneficiosas. El honor y la majestad pertenecen solo a Allah. Quien desee honor, que no venda su fe. Que no busque socios en su comercio. Que conozca su lugar y no pierda la medida. Nadie puede interponerse ante Allah. Con el tiempo, la verdad se revelará. El destino de aquellos que engañan en el nombre de Allah es la ruina, y su camino estará siempre sumido en la oscuridad. Paz y oraciones para vosotros. La gracia de los pájaros