La doctrina provisionista, en el contexto de la teología, se refiere a una perspectiva soteriológica (relativa a la salvación) que enfatiza la responsabilidad del individuo en la elección de creer en el evangelio y la universalidad de la expiación de Cristo. Desafía la visión calvinista de la predestinación y la elección divina, argumentando que Dios ha provisto la salvación para todos y que la decisión de aceptar o rechazar esa provisión recae en la persona. Características clave de la doctrina provisionista: Responsabilidad humana: Se enfatiza la capacidad de cada individuo para responder al llamado de Dios y creer en el evangelio. Alcance universal de la expiación: Se cree que Cristo murió por los pecados de todos los hombres, y que la salvación está disponible para aquellos que eligen creer. Rechazo a la predestinación: Se rechaza la idea de que Dios ha predeterminado quiénes serán salvos, argumentando que la elección de creer es una decisión individual. Énfasis en la provisión de Dios: Se enfatiza la provisión misericordiosa y amorosa de Dios para cada individuo, para que todos puedan creer y ser salvos. Relación con otras doctrinas: La doctrina provisionista se diferencia de la teología reformada (o calvinista), que enfatiza la soberanía de Dios en la elección y la gracia irresistible. En contraste, el provisionismo enfatiza la responsabilidad humana y el alcance universal de la expiación. Ejemplos de personas que apoyan la doctrina provisionista: Algunos autores y teólogos que han defendido la perspectiva provisionista incluyen a Leighton Flowers y otros líderes de la Convención Bautista del Sur. En resumen, la doctrina provisionista es una perspectiva teológica que enfatiza la responsabilidad individual en la elección de creer, la universalidad de la expiación de Cristo y la provisión de Dios para la salvación de todos los hombres.