
It's me, the thinker
June 3, 2025 at 12:16 AM
El cielo resplandece...
y, sin embargo, no puedo verlo.
Hay tanta luz, tanta artificial claridad,
que me ciega la belleza.
Y todo cuanto observo,
lo juzgo con dureza.
Soy así.
¿Puede algo, acaso, transformarme?
Si existe aquello capaz de hacerlo,
que venga,
que me reconstruya con cosas nobles,
que me enseñe a contenerme,
a vivir sin herir,
sin gritar,
sin golpear,
sin amar en exceso ni lamentar en silencio.
Sin pasar de largo...
Y ahora, ¿qué hago yo
con esta deuda de no saber qué escribir
cuando las estrellas me miran
y yo aún no puedo mirarlas?
No es culpa mía
que las ciudades devoren lo bello de este mundo.
Oh, querido lector...
¿Cuánto tiempo ha pasado
desde la última vez que me dirigí a ti
como solía hacerlo?
Con palabras tiernas, con la ilusión
de que estabas ahí,
leyéndome.
Y ahora...
con tan escasos vestigios de tu presencia,
¿cómo podría imaginarte rozando tu propia piel
al compás de mis letras?
¿Has encontrado algún patrón en mis pensamientos?
¿Alguna constante en este mar de interrogantes?
Son enigmas que no llegan a ninguna orilla.
Y eso, en sí, ya es desesperante.
Me impresiona...
porque incluso si estuviese ciego,
agotado, drogado o quebrado,
seguiría escribiendo.
Pero eso, a nadie le importa.
No es relevante,
es trivial, dicen.
¿A quién podría importarle el pensamiento profundo
de un adolescente?
De alguien “inmaduro”,
que no ha vivido lo suficiente, al parecer,
que no ha liderado guerras,
ni ha negociado tratados con potencias mundiales.
Ahora les pregunto,
a ustedes,
amantes del oro fácil,
sabios de la necedad elegante:
¿Quién de ustedes se ha superado de verdad?
¿Quién venció la tentación
cuando la muerte susurró su nombre
con voz dulce y seductora, con la promesa de irse en paz, y en silencio, y sin dolor?
☀
❤️
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