
GRUPO OBRERO DE FORMACIÓN MARXISTA - JORNAL
June 3, 2025 at 11:29 PM
*Alienación, el Estado y el Fetichismo bajo el Capitalismo*
El análisis marxista del capitalismo destaca la alienación y conceptos relacionados como la *separación* y el *fetichismo* como elementos centrales que surgen intrínsecamente de las relaciones de producción capitalistas. Estos conceptos no se limitan a la esfera económica, sino que también están profundamente ligados a la forma y función del Estado en las sociedades burguesas. La derivación del Estado centra en explicar la aparente separación entre economía y política, derivando la forma específica del Estado capitalista de la crítica de la economía política.
*La Alienación y Separación en la Esfera de la Producción*
En el núcleo del capitalismo se encuentra una separación fundamental: la separación del trabajador de los medios de producción (Capital TOMO 1), esta disociación como una condición esencial del modo de producción capitalista es un proceso histórico fundamental que Marx denomina "acumulación originaria" (Capital TOMO 1). Sin obreros asalariados, el capitalismo no puede existir; no basta con poseer los medios de producción.
El capital, bajo esta óptica, no es meramente una "cosa", sino una relación social entre personas mediada por cosas. Esta relación implica que las condiciones objetivas del trabajo se enfrentan a la capacidad de trabajo viva del obrero como propiedad ajena (Capital TOMO 1). La producción capitalista maquinizada agudiza aún más esta separación, culminando el divorcio entre el trabajo intelectual y el trabajo físico. La dominación no proviene simplemente de los capitalistas como individuos, sino de la dominación por el capital entendido como estructura, una situación donde la "materia muerta controla las acciones del hombre vivo".
El mercado, a menudo presentado como una esfera de libertad, es en realidad un sistema de coacción institucional sobre la mayoría desposeída, que se ve obligada a vender su fuerza de trabajo para subsistir. Esta compulsión socava el libre desarrollo de las capacidades humanas.
*La Particularización del Estado como Forma de Separación*
Esta dinámica de separación se extiende a la esfera política y se manifiesta en la particularización del Estado. La necesidad de explicar la separación entre economía y política en lugar de tomarla como un hecho dado. La búsqueda era dar cuenta de la apariencia de separación del Estado respecto de la sociedad.
Esta particularización del Estado como la forma específica que asume la dominación de clase en las sociedades capitalistas. La forma Estado se deriva de la crítica de la economía política de manera análoga a cómo se derivan otras formas capitalistas como la mercancía o el capital. Lejos de ser una instancia externa, la particularización del Estado se deriva de la estructura básica de las relaciones de dominación. La propia mediación de la explotación a través de la compra y venta de la fuerza de trabajo como mercancía presupone y reproduce una separación entre lo económico y lo político. Ambos, economía y política son constituidos por su particularización y son específicamente capitalistas. Debemos superar visiones dualistas al concebir las formas económicas y políticas como formas diferenciadas de una misma relación de subordinación. El Estado asume funciones necesarias para la reproducción social que el capital individual no puede o no quiere llevar a cabo, como ciertas infraestructuras o aspectos del sector educativo.
*La Separación y el Fetichismo*
Las múltiples formas de separación inherentes al capitalismo contribuyen significativamente al *fetichismo*. El fetichismo de la mercancía surge porque el trabajo privado solo revela su carácter social a través del intercambio en el mercado, donde los productos del trabajo adquieren una existencia social "objetiva" independiente de los productores. La destrucción de la propiedad privada sobre los medios de producción, por lo tanto, terminaría con este fetichismo al hacer el trabajo directamente social.
El dualismo entre los procesos "superficiales" del intercambio (que aparentan libertad e igualdad) y los procesos "en la profundidad" de la producción (que revelan falta de libertad y desigualdad) crea una apariencia invertida que mistifica el modo de producción capitalista. Las relaciones fundamentales de explotación quedan ocultas tras las formas mercantiles y monetarias.
De manera similar, la apariencia de autonomía del Estado respecto del proceso de producción puede llevar a que el Estado mismo se convierta en objeto de fetichismo, apareciendo como el fundamento neutral y objetivo del orden social (una suerte de "estatolatría" o "ilusión objetiva"). Esta mistificación contribuye a ocultar que la protección de la propiedad privada por parte del derecho público, por ejemplo, no es una función neutral sino que sirve a la funcionalidad de la fuerza coercitiva extra-económica para el capital. Las formas en que aparece la plusvalía también pueden ocultar la verdadera naturaleza del capital, haciendo que la relación fundamental de explotación se desvanezca o se trueque en lo contrario.
En resumen, la alienación en el capitalismo, manifestada principalmente en la separación del trabajador de sus medios de producción y la subsunción del trabajo vivo al capital, genera una serie de separaciones en otras esferas sociales. La particularización del Estado, es una de estas formas específicas que surgen de la misma estructura de las relaciones sociales de producción capitalistas. Estas formas separadas y aparentemente autónomas (la mercancía, el dinero, el Estado, el derecho) contribuyen al fetichismo, un proceso de mistificación que oculta las relaciones subyacentes de dominación, explotación y la génesis social de las formas económicas y políticas. Comprender el vínculo entre la alienación y estas formas fetichizadas es clave para el análisis crítico del capitalismo.