*El Socialismo Burgués* El concepto de "socialismo burgués" podemos verlos a través de la crítica a las teorías revisionistas y reformistas del Estado, así como de las nociones asociadas al "estado social" o "estado de bienestar", se presentada el socialismo burgués y las corrientes revisionistas asociadas son analizadas como concepciones teóricamente insostenibles y políticamente problemáticas, que fallan en comprender la naturaleza fundamental del Estado bajo el capitalismo y, consecuentemente, proponen estrategias ineficaces o incluso perjudiciales para la clase obrera. _*Características centrales y crítica marxista*_ Una característica central del socialismo burgués es el supuesto de que el Estado en la sociedad capitalista posee una autonomía significativa respecto de las relaciones de producción capitalistas. Se le concibe como una entidad que puede regular de manera exhaustiva y consciente los procesos económicos, sociales y políticos. En particular, el "estado social" o "estado de bienestar" es visto por estas teorías como independiente de la producción capitalista en la esfera de la "distribución del producto social". Durante la crisis fiscal de 1973, estados "benefactores" como Reino Unido recortaron el gasto social en un 20% para priorizar la estabilidad macroeconómica, demostrando su subordinación a la acumulación de capital. La teoría revisionista del Estado se deriva directamente de concepciones erróneas generadas por el modo de producción capitalista y la ciencia económica que se basa en él. Las relaciones capitalistas aparecen de manera invertida en la esfera de la circulación, de la cual la distribución del ingreso es solo un momento. Desde la perspectiva del capital, la circulación del capital es la base de la reproducción económica, y la esfera de la distribución del ingreso es solo un momento de esa circulación. Conceptos como el "salario político", considerado como capital variable, afectan directamente la tasa de ganancia. Durante el periodo de transición posterior a Mao, Deng Xiaoping implementó las Reformas y Apertura desde 1978, iniciando un giro hacia una economía de mercado controlada por el Estado. Se estableció un nuevo marco legal: en 1978 se modificó la Constitución para permitir la autonomía empresarial bajo control estatal, y en 1982 se reconoció la propiedad privada de los medios de producción no esenciales. Esto marcó una ruptura importante con el esquema anterior de economía planificada. Dato clave: la “Ley de Empresas Industriales Estatales” de 1988 introdujo la noción de responsabilidad financiera y competencia entre empresas públicas, institucionalizando la lógica del beneficio dentro del marco estatal.