*La reencarnación* La Fe bahá'í rechaza la doctrina de la reencarnación en el sentido tradicional (es decir, el renacimiento del alma en múltiples cuerpos físicos en esta tierra). Según los escritos bahá'ís, el alma es única, individual y eterna, pero no retorna a este mundo después de la muerte. En cambio, tras la muerte, el alma progresa en los mundos del más allá. Enseñanzas clave sobre la reencarnación en la Fe bahá'í. - El alma no retorna a este mundo físico. “El progreso del alma de hombre después de la muerte es eterno. La perfección de cada alma es completamente distinta de la otra. Cada una avanzará en grado, pero no regresará jamás.” - La vida es única y el alma progresa eternamente tras la muerte. “Las almas no volverán nunca a este mundo mortal. Los frutos de esta vida son recogidos en el más allá.” - El concepto espiritual de “retorno” es simbólico, no literal. En los escritos bahá'ís, el término “retorno” (por ejemplo, el regreso de Elías en la persona de Juan el Bautista) es entendido como retorno de cualidades espirituales o misiones proféticas, no como reencarnación literal: “El retorno que está mencionado en las Sagradas Escrituras no se refiere a la reencarnación del alma, sino al retorno de cualidades, condiciones, efectos y frutos...” - Reencarnación vs. progreso espiritual. La Fe bahá'í enseña que el alma humana tiene la capacidad de progresar eternamente hacia Dios después de la muerte, pero sin necesidad de regresar a un cuerpo físico. El énfasis está en el crecimiento espiritual continuo, no en ciclos de nacimiento y renacimiento.