Camino a Jesucristo
Camino a Jesucristo
May 21, 2025 at 07:35 AM
*Hoy en bocadillos para el Alma* *Dios va delante* Hay caminos en la vida que parecen imposibles. Senderos donde todo está torcido, bloqueado, cerrado con cerrojos de hierro. Caminos donde el alma se cansa y el cuerpo tiembla. Caminos donde, humanamente hablando, no hay paso. Pero es justo ahí donde entra la promesa de Dios: “Yo iré delante de ti, y allanaré las montañas; haré pedazos las puertas de bronce y cortaré los cerrojos de hierro” (Isaías 45:2). Estas palabras fueron dirigidas al rey Ciro, un líder persa que no conocía aún al Dios verdadero, pero que fue usado por Él para cumplir su propósito. Sin embargo, esta promesa no caducó en los días del Antiguo Testamento. Sigue viva. Es la herencia espiritual de todo aquel que camina en obediencia, fe y entrega al Señor. Es para ti y para mí. La fidelidad de Dios no está atada a nuestra fuerza, ni a nuestra capacidad. Él no nos pide que abramos nosotros las puertas de bronce, ni que arranquemos con nuestras manos los cerrojos de hierro. Nos pide algo más difícil y más poderoso: que confiemos. Que avancemos por fe. Que nos atrevamos a caminar aun cuando no veamos salida, porque Él ha dicho: “Yo iré delante de ti”. Y cuando Dios va delante, las estrategias del enemigo se desarman. Los engaños del mundo se enderezan. Los obstáculos humanos se desvanecen. Lo que parecía cerrado, se abre. Lo que era imposible, ocurre. El poder del Altísimo rompe cadenas, abre caminos en medio del desierto y hace brotar esperanza en el terreno más árido. Como pueblo adventista, sabemos que se avecinan tiempos difíciles. Pruebas que pondrán a prueba la fe de los santos. Pero esta promesa no nos llama a temer, sino a perseverar. A caminar con la certeza de que el camino está allanado para la fe, aunque esté trancado para la fuerza humana. Dios no nos ha prometido un viaje fácil, pero sí un destino seguro. Él es el que abre y nadie cierra. Él es el que quiebra las puertas más fuertes cuando su propósito está en juego. ¿Cómo dudar, si ha dicho dos veces “Yo haré”? El Señor no habla por hablar. Sus palabras son decretos eternos. Así que no retrocedas. No te detengas por miedo, ni por las apariencias. Dios va delante de ti. Tú solo debes seguir caminando, con los ojos puestos en Jesús, autor y consumador de la fe. El camino que ahora ves oscuro, pronto brillará con Su luz. Las montañas se allanarán, las puertas caerán, y tú verás con tus propios ojos lo que el Señor ha preparado. Atrévete. Prosigue. El gran Yo Soy ya ha salido al frente. *Feliz día junto al Señor y recuerda que tú vales mucho para Dios* *✍️ Manu*
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