20 de junio IDENTIFICADO POR MILAGROS Escritura de hoy: "Y mientras vayan, prediquen, diciendo: 'El reino de los cielos se ha acercado.' Sanen a los enfermos, limpien a los leprosos, resuciten a los muertos, echen fuera demonios. De gratis recibieron, den gratis" (Mateo 10,7–8). ¡Fuego diario! : El reino de Dios se identifica por milagros. Marca mi palabra: Mateo 10,7–8; Marcos 16,17–18 La Biblia en un año: Mañana: Deuteronomio 25; Salmo 116 Noche: Isaías 52; Apocalipsis 22 I IDENTIFICADO POR MILAGROS A lo largo del avivamiento traído a la Iglesia y al mundo de esta corriente de gracia, llamada renovación carismática, desde la década del 60 del siglo pasado, hemos visto y oído innumerables milagros, curaciones y signos entre las multitudes congregadas en retiros, eventos evangelísticos y misas con manifestaciones carismáticas. ¿Mente sobre materia? ¡Imposible! “Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes; y si beben cosa mortal, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán. (Marcos 16,17–18) Soy testigo en mi caso que fui sanado por Jesús de mis cuerdas vocales. En un servicio de evangelización y sanación, el predicador dio una palabra de conocimiento que decía: “Aquí el Señor Jesús está sanando a una persona en sus cuerdas vocales” Por supuesto, no pensaba que fuera yo. Al regresar al país, para operarme, el cirujano al examinarme, muy sorprendido, me preguntó: -“Qué le pasó a tus cuerdas vocales? ¡Están sanas!”, y le dije: “Ahora sé muy bien qué pasó, Jesús pasó y sanó”. ¡Gloria a Dios! “Y mientras vayan, prediquen, diciendo: “El reino de los cielos se ha acercado.” Sanen a los enfermos, limpien a los leprosos, resuciten a los muertos, echen fuera demonios. De gratis recibieron, den gratis. (Mateo 10,7–8) No solo vienen ocurriendo milagros desde hace un poco más de 50 años para acá, sino que hoy sigue el Espíritu Santo recorriendo cada lugar donde se anuncia la Buena Nueva de Jesús vivo, que bautiza en el Espíritu Santo, ¡y dejando una inmensa ola de alegría, bendición y esperanza! ¡Ese gozo es tuyo hoy también!