Epicteto decía: "Nunca valores algo externo más de lo que te valoras a ti mismo." Muchos buscan amor en los demás porque no han aprendido a ser su primer refugio. El amor propio no es arrogancia, es una forma de respeto interior. Es mirarte al espejo y reconocer que, aunque no seas perfecto, mereces tu propia lealtad. Los estoicos sabían que quien no se ama a sí mismo será esclavo de la aprobación externa… Pero quien cultiva su amor propio, camina libre, camina digno, camina en paz. - Créditos a quién corresponda